Con casa llena, Deportivo Pereira recibió al cuadro Atlético Nacional, el cual venía de lucir en las dos primeras fechas sólido y con buen fútbol, pero que lejos estaba el cuadro antioqueño de aquel espejismo, los matecañas lo hicieron ver muy mal. El marcador 2-1 es corto para todo lo vivido la noche anterior.
El primer gol llegó a los 6 minutos, los dirigidos por Rafael Dudamel tejieron una jugada por la franja izquierda que terminó con el primero de la noche. Pero Pereira no paró allí, entendió que si al cuadro verde se le ataca se descontrola, y más si se carga la ofensiva por el costado defendido por Salazar.
Nacional encontraría el empate en los pies de Edwin Cardona, quien de remate de larga distancia la ubicó en el ángulo matecaña, golazo al estilo del 10 de Nacional, pero los dirigidos por Gandolfi fueron eso y nada más.
Minutos después del empate de la visita, de nuevo por la franja izquierda, llegaría el segundo del Pereira, esta vez en los pies de Carlos Darwin Quintero, quien tras un “pase de la muerte”, cogió a contrapié a David Ospina para vencerlo por segunda vez en la noche.
Pereira fue amo y señor del juego, y como si fuera poco, primero Zapata y luego Tesillo vieron la tarjeta roja, con 9 hombres y un pobre juego del cuadro verde era casi imposible buscar algún tipo de hazaña. Pereira ganó bien y Dudamel demostró una vez más, que sus equipos no necesitan de figuras para lograr grandes resultados.