La senadora Paola Holguín expuso una serie de reflexiones sobre el impacto del magnicidio y los retos que enfrenta el país, durante el conversatorio en homenaje a Miguel Uribe este domingo 17 de agosto.
Holguín afirmó que el asesinato de Uribe no solo apagó la voz de un líder, sino que se convirtió en una amenaza directa contra la democracia. Sostuvo que se trata de una advertencia de que en Colombia las ideas podrían dejar de confrontarse con argumentos y pasar a enfrentarse con fusiles.
En ese contexto, hizo un llamado a la unidad de líderes políticos, sociales y académicos, más allá de las ideologías, para garantizar elecciones libres y transparentes en 2026.
«El asesinato de Miguel Uribe no solo apagó la voz de Miguel, sino que se convirtió en una amenaza directa a la democracia en Colombia, se convirtió en una advertencia de que las ideas no las iban a confrontar con argumentos sino con fusiles, y ahí yo quiero hacer una primera reflexión a todos los colombianos, a los líderes políticos, sociales, académicos, y es que por encima de ideologías y de partidos hoy la primera gran unidad debería ser para que tengamos elecciones libres y transparentes en el 2026».
La senadora manifestó que no se puede permitir que el miedo defina las reglas de juego ni que la violencia termine afectando las instituciones. Enfatizó que honrar la memoria de Miguel Uribe implica rechazar toda forma de violencia, defender la seguridad como derecho humano y como condición necesaria para la libertad y el progreso del país.
«Como lo dijo Paloma, no podemos permitir que el miedo haga que las reglas de juego las vuelvan a dictar los criminales, no vamos a permitir que la vida de millones de compatriotas esté marcada por estas olas de violencia, no vamos a permitir que la barbarie se imponga y que termine devorando las instituciones que con tanto esfuerzo, que con la sangre de tantos compatriotas hemos construido a lo largo de 200 años de historia», mencionó durante su intervención.
Holguín insistió en que la seguridad y la justicia deben ser entendidas como un binomio inseparable, y pidió que se conozca toda la verdad sobre el crimen de Uribe, incluyendo no solo a los autores materiales sino también a los intelectuales. Planteó que lo mismo debe ocurrir con los responsables de masacres y asesinatos en diferentes regiones del país.
En su intervención anunció que trabajará por una política de seguridad integral basada en la prevención, el control, la inteligencia y la tecnología, además de la recuperación de la capacidad operativa de la fuerza pública y la lucha contra las rentas ilegales. También mencionó la necesidad de una reforma al sistema penitenciario y carcelario y de una ley de sometimiento que respete los derechos de las víctimas.
Holguín añadió que junto con la seguridad se requiere impulsar una transformación social para superar la pobreza, pero subrayó que esta no puede resolverse únicamente con subsidios. Defendió la educación permanente de calidad, el emprendimiento, la generación de riqueza y la libertad de mercado como condiciones para avanzar en equidad.
La senadora se refirió también al papel de los empresarios, indicando que son fuente de riqueza y empleo, y señaló que se deben garantizar estabilidad jurídica y consistencia política. Rechazó los discursos de odio de clases y sostuvo que es necesario promover un nuevo sindicalismo en alianza con distintos líderes gremiales.
Durante su exposición, planteó que el país necesita un Estado transparente, austero, descentralizado y eficaz en el uso de los recursos públicos. Convocó a la construcción de unidad en torno a lo fundamental y pidió que la coyuntura actual no sea afrontada con cálculo político sino con coraje.
Holguín concluyó que Colombia necesita un liderazgo con principios, firmeza y convicción democrática, y que la memoria de Miguel Uribe exige continuar la lucha por la seguridad, la justicia y la democracia en el país.