Un nuevo caso de fuga de internos se registró en la cárcel La Picota, en Bogotá. De acuerdo con información conocida por IFMNOTICIAS, el interno identificado como Pedro David Nieves Mosquera, quien tenía una condena vigente de 28 años y 8 meses por el delito de secuestro extorsivo, logró evadir los controles del centro penitenciario.
Según confirmaron fuentes cercanas al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, la evasión se habría producido mediante un “cambiazo” con un visitante, mecanismo que está en verificación por parte de las autoridades. De acuerdo con la cartilla biográfica del interno, Nieves Mosquera había sido capturado el 17 de agosto de 2023 y registraba como lugar de residencia la ciudad de Villavicencio, Meta.
Pedro David Nieves Mosquera, nacido en Santa Rosalía (Vichada) el 18 de julio de 1986, se encontraba recluido en la Regional Central y estaba bajo la responsabilidad de un juzgado penal del circuito especializado de Tunja, desde donde se adelantó su proceso. En 2024, un despacho judicial emitió una sentencia condenatoria en primera instancia, en la que se formalizó la pena de 28 años y 8 meses. En su historial judicial figuran antecedentes por hurto y un proceso por secuestro extorsivo, este último con decisión condenatoria activa.
Según conoció IFMNOTICIAS, en la cartilla biográfica se registra que, antes de su reclusión actual, Nieves Mosquera había tenido eventos de libertad provisional y libertad condicional en procesos anteriores, otorgadas por jueces de ejecución de penas de distintas jurisdicciones. Su ingreso más reciente al sistema carcelario quedó registrado el 2 de marzo de 2025, según el documento consultado.
Tras conocerse la fuga, las autoridades iniciaron el proceso de verificación interna para establecer la secuencia de hechos que permitió la salida del recluso y determinar posibles irregularidades en el procedimiento de visitas. El mecanismo utilizado, descrito por las fuentes como un “cambiazo”, es materia de investigación interna, mientras se adelanta el plan de búsqueda para su recaptura.
El Instituto Penitenciario y Carcelario evalúa además las responsabilidades administrativas que puedan derivarse de esta evasión, para determinar si existieron fallas en los controles o participación de terceros dentro del establecimiento.








