La energía no se destruye, cambia de estado, de vibración. El universo que «conocemos» por encimita nos muestra que la creación es mucho más de lo que logramos captar, entender, medir, calificar, proyectar o siquiera imaginar. La correspondencia de la energía es permanente, desde la creación hasta cada ser vivo, con o sin este cuerpo físico, que disfrutamos por un ratito no más, que nosotros, como seres vivos, estamos experimentando.
La vida es energía que nos alberga, que tiene la capacidad de «sostener vivo» a cada ser, que vive en un cuerpo físico, mientras lo necesita para su aprendizaje. La correspondencia viene desde la creación y llega hasta lo más denso que en estos planos hemos producido.
Tanto los planos elevados de ser consciente, como los planos bajos de inconciencia y comportamiento, todo lo que pensamos, sentimos, hacemos, comunicamos, está en nuestro ser, es lo producido por cada uno.
Cómo manejamos la energía que somos y disfrutamos, pensando o creyendo que no es nada importante, y por eso nos comportamos como si fuéramos sólo carne y hueso, sin capacidad de «formar nuestro Ser» y regamos nuestra energía, causando daño a nuestro Ser Vivo y a todos los demás Seres Vivos, solo por estar obnubilados por la materia, y todo lo que creamos con nuestra inteligencia y talentos.
En éste plano, vibración, dimensión, nos consideramos amos sobre todo lo que la naturaleza nos pone a disposición. Nos llenamos de «ilusiones» de destrucción, cuando la energía no se destruye, sólo cambia de estado, vibración, dimension.
¿Qué ganamos con tomar el mundo si nos perdemos a nosotros mismos? Cada Ser Vivo es Energía Viva, que procede de la vida, ha sido creado y es sostenido vivo porque es Hijo de Dios PadreMadre Creador de todo lo que existe. Y cada ser vivo responde por su experiencia y su aprendizaje.
Lo más hermoso es que en cualquier momento podemos corregir lo hecho. Porque todos tenemos derecho al Perdón de Dios, que recibe el nombre de IMPEZÁ y lo recibimos, para sanar, consciente y voluntariamente todos los errores que, por ignorancia, hemos cometido a lo largo de nuestra vida en éste cuerpo, en ésta experiencia, en ésta «realidad inconsciente en que «sufrimos» dolor, rencor, miedo, pero creemos que sólo nos estamos defendiendo de un «mundo cruel» que nosotros contribuimos a construir sobre la base de «sálvese quien pueda». Todos, absolutamente todos somos iguales Hijos de Dios.
Y nos complicamos la experiencia porque nos consideramos «carne inteligente» sin Alma, sin procedencia y mortales. Pero somos Energía y a la Energía Regresamos, cada uno se dará cuenta de lo que está logrando con su propio comportamiento.
La Energía Viva se hace liviana con el Amor. Se hace pesada con el rencor, y se corrige el rumbo con el PERDÓN SANADOR. Impezaperdon para TODOS