Félix Alfazar González Mira ¡Vamos hacia un cuartel! ¡Con dictadura, por supuesto! Decían los estudiosos de la historia de la Gran Colombia que Bogotá era una Universidad, Quito un convento y Caracas un cuartel. Venezuela empezó siendo una Capitanía en la Colonia, como si fuera la premonición de las fatalidades que tuviera que padecer su sociedad: historia llena de dictaduras en los siglos XIX, XX y XXI.
Todas las señales indican que este gobierno nos quiere conducir a una situación política similar a Venezuela: dictadura de civiles soportada en el cuartel, en el aparato militar, en las armas. Dictadura del Partido Único, del Pacto Histórico.
Con la cartilla de los pasos del Socialismo del Siglo XXI, del Foro de Sao Paulo y undel castro-chavismo, toma del poder mediante elecciones e instituciones controladas y manejadas por la Nomenclatura: los pasaportes y la registraduría al servicio del régimen, la fiscalía política imputando y condenando a Andrés Julián Rendón y a Álvaro Uribe, los socios asesinos del gobierno disparando a la gran esperanza de los Colombianos. Propósito absolutamente visible: remover, por cualquier vía y forma de lucha, los obstáculos que se le oponen para avanzar hacia la toma absoluta del poder.
Antioquia y su gente en la mira: en toda la almendra paisa, de testigo vibrante, el monumento a la raza de Arenas Betancourt, interpretando la epopeya en la herradura (mulas) de concreto y bronce que dentro de ella se cuenta la colonización y la historia paisa. Ahí, en el corazón de la antioqueñeidad y desafiantemente, se instala con su corte de bandidos legales e ilegales, a hacer lo que sabe y le gusta como buen teórico marxista, agitador profesional, con el discurso atiborrado de narrativas mentirosas, que, como escribe Axel Kaiser, «la mentira y la perversión del lenguaje, así como un compromiso religioso con la violencia, son parte fundamental del credo comunista, y, por tanto, todo el que adhiere a él es, necesariamente, un peligro potencial para la democracia liberal».
Ahí, en la Plazoleta La Alpujarra, si remueven al Gobernador, se instalarán temerariamente a gobernarnos, a desorganizarnos, a desafiarnos, a tratar de apabullarnos porque saben que Antioquia es definitiva para sus propósitos políticamente tóxicos. Fuimos definitivos en la derrota del plebiscito en 2016, en la elección de Duque en 2018. Y seremos definitivos en la derrota del socialismo estatizante en 2026. Por eso estamos en la mira de la expansión y prolongación de su proyecto político populista, autoritario y excluyente y contrario a la Constitución que en su artículo 188 señala y ordena que el Presidente representa la unidad de la Nación.
Escribe el Dr Román Castaño, «El Presidente de la República simboliza la unidad nacional y al jurar el cumplimiento de la Constitución y de las leyes, se obliga a garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos». «Ante ese mandato imperativo de la Constitución cabe preguntarse: ¿El talante de Pedro cumple la norma de simbolizar la unidad nacional? La respuesta es un rotundo NO. Petro, contrariando la Constitución Nacional, divide la Nación; cada día de Petro en la Presidencia polariza más y más. Su gobierno lo desempeña en favor de su familia, sus amigos y sus copartidarios. A sus contradictores, a su oposición legítima, la persigue, la amenaza y corren rumores muy fundamentados de que hasta los elimina (él dice: borra).» «¿Cumple Petro el mandato constitucional de garantizar los derechos y libertades de todos los colombianos? NO. Todo lo contrario: conculca los derechos y libertades del 70 por ciento de los colombianos. Solamente cumple la Constitución en el trato a sus copartidarios. «El 2 y 3 de julio se realizó en la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Medellín el primer Congreso Internacional de Minería de cobre en Colombia; con el lema de «Metal estratégico para el futuro de Colombia» ,dando lugar al repaso de la exploración y explotacion de ese mineral en nuestro territorio. Desde la perspectiva internacional y los requerimientos de la industria en la transición energética que hacen de este metal definitivo en su uso creciente en las próximas décadas.
Y claro! Con la presencia de expertos de Perú, Australia, Panamá, España y Colombia . Siendo uno de los objetivos superiores, «Posicionar a Colombia como un actor clave en el mercado global del cobre y su contribución a los objetivos de transición energética, reconociendo que la minería es una práctica que puede ser respetuosa con el medio ambiente y las comunidades». Y claro! Se expusieron buenos proyectos en La Guajira y Mocoa en el Putumayo, con buenos prospectos y avanzada exploración.
Sin embargo, cuando se entra a estudiar el territorio de Antioquia se encuentra un potosí en cobre y se da en llamar La Provincia Cuprífera de Antioquia. Transcribo la diapositiva. «RESULTADOS Se identifica en el departamento de Antioquia una Megaprovincia Cuprífera, la cual cubre una aérea de 34.560 kilómetros cuadrados que representa un 54% del territorio del departamento. Interceptan la Megaprovincia los depósitos conocidos de Pantanos-Pegadocito (Frontino) y Nuevo Chaquiro (Jericó), los prospectos Murindó, La Esperanza (Mutatá), El Pescado (Segovia), las manifestaciones de Cerro Plateado (Salgar), Ciénega de Tadia (Murindó) y Mandé (Vigía del Fuerte).
La ubicación geográfica privilegiada de la Megaprovincia Cuprífera de Antioquia alienta a desarrollar programas intensivos de exploración y prospección que lleven al descubrimiento de nuevos depósitos para dar respuesta a las necesidades de este metal crítico y su implementación de tecnologías en energías limpias que requerirá Colombia y el mundo. Se debe repensar estrategias para la puesta en marcha de los depósitos ya descubiertos». Y aparece en el ambiente la contradicción recurrente del gobierno, en este y otros asuntos de interés nacional, de impulsar la transición energética, pero desalentar la exploración y explotación de cobre. ¿Será, nuevamente, que como Antioquia es la privilegiada de tener en sus entrañas el metal que requiere el mundo en las próximas décadas, el gobierno no lo alienta y promueve? ¿Qué hacer si en los próximos 2 años el mundo minero del cobre tiene $US 200 mil millones buscando dónde invertirlos? Un conferencista y representante gremial panameño, exponiendo sobre explotación minera de cobre con más de $US 11 mil millones en ese territorio planteaba, ante mi asombro, que Antioquia como estado independiente y soberano, uniéndose con la república de Panamá podrían constituir un país que se convirtiera en la tercera potencia exportadora de cobre en el mundo en las próximas décadas.
Compuesta por 12 millones de habitantes y una riqueza diversa que ocasionaría un salto definitivo en su desarrollo. Sonó interesante y retador el tema ante el ambiente crispado en esta comarca Antioqueña que le ha cantado a la Libertad y al trabajo con Epifanio y Francisco Antonio Cano. La historia nos enseña que a partir de 1810 varias provincias se declararon pequeñas repúblicas, entre ellas Antioquia, que llegó a realizar el Acto de Independencia de la metrópoli.
Posteriormente, vemos que el primer estado constituido fue Panamá por la constitución de 1.855 y luego Antioquia en 1856; ambas precedidas por la evolución constitucional que venía dándose en el país. Llevando a consolidar los estados soberanos, la constitución radical de 1863, con la presencia de 9, entre ellos Antioquia y Panamá, conformando los Estados Unidos de Colombia. Verdadera descentralización y autonomía fiscal y política.
Somos más autonomistas que independentistas. Colombia y Antioquia no son comunistas, ni abrevan en el marxismo teórico del siglo XIX que tanto gusta al presidente Petro. Si Colombia, por cualquiera circunstancia inspirada en Chávez y Castro, continúa en las fauces del socialismo estatizante en 2026, Antioquia escogerá la libertad y la democracia liberal para esta y las próximas generaciones.
Tenemos infinidad de motivos, infinidad de razones e infinidad de capacidades para hacerlo. Escribí estas reflexiones el 4 de julio, día de la Independencia de los Estados Unidos y cumpleaños del Gran Colombiano.