La semana pasada empezamos la semana con un chat del presidente Gustavo Petro a las 3:00 a.m. donde desautorizaba el aterrizaje de aviones con deportados provenientes de USA, creando una crisis como en 200 años de historia no había pasado con este país, y la respuesta de Donald Trump como nadie lo esperaba, contundente sin diplomacia, quiten y hagan, afectando a millones de Colombianos y exponiendo al sector productivo a un desastre total.
El hoy mandatario de los colombianos se inventa un decreto de conmoción interior, sin argumentos. Lo de Catatumbo es la disculpa, pero esto ya estaba plena y reiteradamente anunciado por Defensoría del pueblo y autoridades militares y policiales.
Con este decreto expide normas sin pasar por el Congreso, hace un recorte a Fuerzas Militares de $780 mil millones, y hace recorte a las regiones que no son de su simpatía; y le quita además $600 mil millones al CNE, y el organismo que con este recorte no están en condiciones de hacer elecciones presidenciales en el 2026.
Ya conocemos el objetivo: Aislarnos del mundo y convertirnos en un estado paria. Y así este señor quedarse perpetuamente en el poder. Colombianos, estamos advertidos.
La Fuerza Pública sin capacidad de reacción, rompió relaciones con Israel, quienes hacían mantenimiento a nuestras aeronaves, y ahora, para rematar, Estados Unidos anuncia veto al suministro de servicios y sistemas de defensa.
En otras palabras, quedamos a merced de grupos al margen de la ley, y nuestra fuerza pública ¡sin capacidad de reacción! ¿Nos quedaremos quietos y dejaremos que este bandido terrorista se salga con la suya? ¿Dejaremos que sigan acribillando a nuestros compañeros policías y soldados?
En estos 17 meses que nos quedan nos dejará aislados del mundo entero, sin tener a quien venderle nuestros productos y dependiendo del narcotráfico.
Ahora la Cancillería en manos de una mujer escasamente preparada y ahora de Vicecanciller un palestino.
¿Qué nos queda? A la Calle como uno solo o nos preparamos para lo peor, o esperar morir en la miseria.
Dios y Patria.
