viernes, agosto 15, 2025
InicioOpiniónDiego Arango(OPINIÓN) Se pierde una esperanza. Por: Diego Arango Osorio

(OPINIÓN) Se pierde una esperanza. Por: Diego Arango Osorio

Se siente dolor de Patria con la partida al hogar celestial de Miguel Uribe Turbay. Con su muerte se pierde la esperanza de una joven promesa que denodadamente quería servir al país que vio y sintió el asesinato de su madre Diana y ahora le tocó el turno a él.

El país se siente desesperanzado, llora a Miguel con rabia por la indolencia del cobarde crimen, donde no solamente se perpetró, sino que tuvo toda la perversidad de un plan debidamente trazado, donde se utilizó la participación de empresas del crimen organizado adecuadamente comprometidas con el asesinato, utilizando a un menor de edad como sicario, además con la firme intención de eliminarlo a él también.

Con este crimen Colombia completa más de una decena de personajes y candidatos presidenciales que fueran atentados y asesinados durante el siglo XX y XXI. Aquí algunos de ellos: el primero fue el del político liberal Rafael Uribe Uribe, quien fuera asesinado en Bogotá en 1.914; más adelante el 9 de abril de 1.948 sucede el crimen de Jorge Eliecer Gaitán caudillo liberal; 39 años después vuelven los crímenes políticos, cuando en octubre de 1.987 el narcotráfico asociado con los paramilitares dan muerte al candidato presidencial de la Unión Patriótica Jaime Pardo Leal; posteriormente en marzo de 1989 el entonces candidato y luego presidente Ernesto Samper Pizano sufre un atentado que no iba dirigido a él, recibiendo 11 disparos de una subametralladora por parte de sicarios que mataron al dirigente de izquierda José Antequera; cinco meses después en el mismo año 1.989, a sus 46 años la mafia asesina en un evento político a Luis Carlos Galán, quien lideraba las encuestas presidenciales de la época; un año más adelante con 34 años de edad, es asesinado en el terminal aéreo de Bogotá Bernardo Jaramillo Ossa, también candidato del partido de izquierda la Unión Patriótica; otra vez en 1.990 con tan solo 24 días de diferencia, el paramilitarismo manda a matar a Carlos Pizarro Leongómez, líder desmovilizado del grupo guerrillero M-19, quien era candidato presidencial por ese movimiento; en 1.995 saliendo de una universidad, el líder conservador y excandidato presidencial Alvaro Gómez Hurtado también es asesinado; y 30 años después el joven senador y precandidato presidencial uribista Miguel Uribe Turbay es atentado, quien lamentablemente dos meses después del atentado, muere el 11 de agosto de 2025.

Esta cronología muestra el alto grado de violencia y antivalores a la vida, en la que quien no esté al servicio de los intereses mafiosos o políticos de algunos, le sesgan la vida sin consideración alguna.
Miguel Uribe Turbay, promesa política, con 39 años de edad se perfilaba como el más fuerte candidato de la derecha y centro derecha para sacar al país de la encrucijada que padece a raíz del nefasto y corrupto gobierno de Gustavo Petro, que está llevando a la Nación a una situación que se puede volver inmanejable y desastrosa.

Solo queda en la conciencia de los colombianos, en su responsabilidad ciudadana, en los partidos políticos, los precandidatos, en las instituciones del Estado, en los gremios económicos, en la empresa, los grupos sectoriales y las fuerzas militares, contribuir armónica, democrática y pacíficamente para que en estas elecciones de 2026, se elija a un nuevo mandatario o mandataria que entienda y encarne la necesidad colombiana, devuelva la seguridad a la nación, el progreso social y económico, así mismo el prestigio y respeto internacional tan pisoteado por el actual presidente Gustavo Petro.

Miguel Uribe Turbay encarnaba estas cualidades, por esa razón el crimen organizado con móviles políticos, ordenó ese atentado y para ello, los candidatos que finalmente queden en la contienda final, deben ser conscientes del peligro que corren para que sus equipos de seguridad les garantice la protección debida, porque el país no resiste más barbarie, en Colombia con la muerte de Miguel se pierde una esperanza.


ÚLTIMAS NOTICIAS