Como los habitantes de “las burbujas in” (Poblado, Envigado, Laureles) no tienen mayor idea sobre el cañón (¿Cuál valle?) del Aburrá, les informo que Granizal está en los límites de Bello y Medellín.
Allá, esta semana, por deslizamientos de tierra en masa, enterraron a 26 personas. Es la misma zona en donde se dieron en otros años las tragedias de La Gabriela, El Socorro, Villa Tina y, por allá, en 1954, la de Santa Elena, en donde falleció la mamá del pentacampeón Ramón Hoyos.
Meditaba en cómo presentar el tema, cuando me llegó “El Colombiano” del domingo 6 de julio de 2025, en donde tres periodistas Olivares, Betancur y Ortiz se “fajaron” tremendo artículo. Gracias por la ayuda.
Empecemos por decir que el 65% de la población de Antioquia se concentra en solo el 1 % del territorio. A más de una nube de paisas, en ese pedacito de tierra viven, entre otros, cordobeses, chocoanos y venezolanos. De ser cierto, un dato que circula, el territorio comprendido entre Puerta del Norte, en Bello y Caldas, podría estar entre los tres con mayor densidad poblacional en el mundo…
Pero semejante tenebroso dato es apenas la punta del iceberg. En el solo Medellín se registran 65 puntos de riesgo y en Bello (que tiene la herida de Nueva Jerusalén) se presentan 28 puntos de peligro. En Granizal rodaron 75.000 metros cúbicos de tierra que, según los periodistas citados, podrían llenar 10.700 volquetas medianas. Como vamos, para el año 2030, 300.000 personas vivirán en zonas de riesgo en el territorio metropolitano, puesto que el 25 % de ese territorio “está bajo alguna amenaza asociada al cambio climático”.
Aguas lluvias no encauzadas que corren sobre pavimentos no siempre bien planeados, aguas servidas que van en unos casos a pozos sépticos y gotean día y noche y en otras ocasiones simplemente ruedan a capricho, quebradas llenas de suciedad, construcciones irregulares sobre lotes piratas que muchas veces hacen parte de macabras operaciones sin Dios ni ley, construcciones en terrenos de pendientes muy altas y quien sabe que otros elementos preparatorios de las tragedias…
¿Tienen algo que decir Corantioquia y el Área metropolitana como autoridades ambientales? ¿Nos podrá contar el Área metropolitana que actividades ejecuta frente a esta desventura?; los municipios – en especial los del suelo metropolitano, ¿se dignaran contarnos qué piensan y que propuestas tiene ante esta debacle?
¿Nos podrá explicar Empresas Públicas de Medellín cómo cerró estados financieros con utilidades que le permitieron transferir 2.6 billones al municipio de Medellín, cuando es tal la fragilidad y tan débil la capacidad de respuesta, que en esta emergencia los vecinos del derrumbe llevan quince días sin agua y como en la colonia deben desplazarse todas las tardes “al chorro “para llevar agua en porrones?
Por último, creo que es hora de que el alcalde de Medellín informe cuánto de esa jugosa suma se invertirá para empezar a solucionar estos temas, porque debo decirte apreciado Fico que ha comenzado a rodar un rumor según el cual la burocracia de Medellín está creciendo y que parte de la transferencia se utilizó para compra de camionetas de alta gama.
Brille para los fallecidos la luz eterna.