domingo, diciembre 28, 2025
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(OPINIÓN) Posibilidades y temores en la compleja política colombiana. Por: Juan José Gómez

Debo admitir con entera sinceridad que al finalizar este 2025 me asaltan muchos temores sobre el futuro de Colombia en materia de gobierno. Son tan sombrías las posibilidades que avizoro, que me parece que la nación se encamina a pasos agigantados hacia un gobierno mas tiránico que autoritario, presidido por un sujeto, Iván Cepeda Castro, que fue cuidadosamente preparado por sus padres y mentores, no para gobernar sino para precipitar al país al abismo del socialismo estatista, sostenido por unos individuos formados en escuelas de terror y rapacidad y por unos pobres electores de invencible ignorancia o algo peor, de furiosos deseos de venganza contra una sociedad a la que le atribuyen todas sus miserias, de esos que han hecho de su infeliz existencia una cruzada contra sus compatriotas, que con mejor formación y mayor capacidad pensamiento han logrado superar las limitaciones con que vinieron al mundo o que adquirieron desde el hogar por diversas circunstancias familiares.

Hoy en día y después de muchos movimientos políticos, consultas, encuestas, alianzas y separaciones, queda un candidato de la izquierda radical, formado en comunismo en paises esclavos en los tiempos de la hegemonía soviética, del que se ha dicho que es un heredero de los movimientos terroristas, un amigo y protector de guerrilleros y un insomne perseguidor del señor expresidente Uribe Vélez a quien en connivencia con indignos operadores de la justicia logró hacerlo víctima en compañía de su hermano Santiago, de un largo proceso penal que duró años en diferentes despachos judiciales y que fallado en forma justiciera a favor del expresidente por un Tribunal Superior, aún regresó a la Corte Suprema de Justicia en un recurso de casación interpuesto por el mismo sujeto acusador principal y otros cómplices suyos, mismo que no tuvo empacho en pasearse, luciendo la vestidura de defensor de derechos humanos, por cárceles colombianas y norteamericanas ofreciendo dádivas y ventajas a prisioneros y a familiares de éstos a cambio de declaraciones en contra de los hermanos Uribe Vélez, lo que según se afirma por diversas redes sociales le ha causado la apertura de un serio proceso en los Estados Unidos que puede llevarlo a ser solicitado en extradición.

Tal es el candidato que goza de gran simpatía y de valiosa colaboración por parte del gobierno de Gustavo Petro y del grupo político conocido como Pacto Histórico, cuya pretensión es continuar con el poder a partir del año 2026 y detentarlo por años sin cuento ,logrando así colocar a nuestra hermosa Patria en el mismo nivel o quizás en un nivel peor que Cuba, Venezuela, Nicaragua, Rusia, Irán, Corea del Norte y demás paises sucursales del infierno, posiblemente con el propósito de aumentar las cifras de asesinatos de personas inocentes, que según informaciones tan autorizadas como las del gran periodista español don Federico Jiménez Losantos, se estima por lo bajo en 100 millones de muertos durante la época de la Unión Soviética.

En cuanto a la orilla derecha colombiana, al día de hoy se presenta la candidatura de mayoritaria opinión positiva de Abelardo De la Espriella, un distinguido abogado, empresario y combatiente que ha resuelto fundar y dirigir un movimiento denominado Defensores de la Patria, al cual está afiliado una impresionante cantidad de colombianos que a juzgar por sus firmas en el aval del Grupo significativo de Ciudadanos que sostienen la candidatura de De la Espriella es mayor de cinco y medio millones de personas, puedo decir que después de haberlo escuchado y leído en diferentes ocasiones, lo considero el candidato más indicado para derrotar a Gustavo Petro y a Iván Cepeda Castro, los comunistas, porque posee el talante, los argumentos y la vocación para ganar la elección presidencial.

En cuanto a su capacidad para gobernar, como no tiene antecedentes de haber trabajado en el sector público no hay elementos para medir y comparar, pero a juzgar por su éxito como abogado penalista y como empresario, es de esperarse que sea, si gana, un excelente presidente, sobre todo porque podrá contar con la experiencia y colaboración del señor expresidente Álvaro Uribe Vélez de quien es firme admirador, aunque de momento estén un poco distanciados por temas de candidaturas.

Y aquí llegamos a un punto difícil de entender, porque de alguna manera puede ser causa de que la derecha, unida a la centroderecha (si es que eso existe), pierda la elección presidencial en la segunda vuelta. Un buen número de candidatos de derecha y centroderecha, al que se unirá la candidata del Centro Democrático, Paloma Valencia Laserna, definirán un candidato único para oponerlo al candidato comunista supuestamente en la segunda vuelta.

El problema consiste en que si ese candidato o candidata de coalición llega a igualar o a superar (algo difícil pero posible) a Abelardo de la Espriella en la primera vuelta, si de inmediato no se unen, esto es, si dejándose ganar por la soberbia no le dan esa prueba de patriotismo a Colombia, el triunfo del comunista será un hecho y la desgracia de nuestro país estará consumada.

¿Qué debemos hacer, entonces? Lo único sensato es que todos los candidatos de la derecha y de la centroderecha (incluyendo al vanidoso Sergio Fajardo, del que dicen que es mas candidato a la reposición económica de votos que ganar una elección) se unan desde antes de la primera vuelta (domingo 31 de mayo del 2026) y es posible que uniéndose ganen la presidencia desde esa misma fecha.

Pero si no lo hacen y permiten que llegue la segunda vuelta (domingo 21 de junio), es alto el riesgo que corre nuestra Patria de tener por muchos años un dictador comunista, en cuyo caso para nada servirá el arrepentimiento y las lágrimas, pues los comunistas cuando logran hacerse a un gobierno pelean con uñas y dientes y vierten toda la sangre de los demás que sea necesario para quedarse con el poder.

De modo que quedan advertidos los colombianos: o nos unimos alrededor de un único candidato que defienda la Vida, la Libertad, la Familia, la Propiedad privada, el Empleo, la Religión, la Justicia y el Bien Común o iremos a dar al mismísimo infierno narcosocialista por la soberbia y arrogancia de unos líderes a quienes solo les importó su satisfacción personal, pero se olvidaron de las familias colombianas que sufrirán todas las funestas consecuencias de un triunfo del perverso y podrido comunismo.

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