Por ser un domingo y me cogió en viaje por carretera, me enteré muy tarde del bochornoso incidente diplomático con los Estados Unidos, leí más tarde uno de los trinos de Gustavo Petro, dirigido a Donald Trump y no lo podía creer eso no lo escribe nadie que esté en sus cabales.
Hay un chiste que cuenta que un transeúnte se arrima a un vendedor callejero de piña y le pide el favor de que le cambie un billete por algo más menudo, no puedo hacerlo replicó el vendedor callejero ¿Puedo saber por qué, indagó en transeúnte? Porque tengo un convenio con este banco que está aquí atrás, ni ellos venden piña en ese banco, ni yo cambio billetes aquí afuera.
Este incidente generado por la ignorancia, la soberbia y el desorden mental del presidente Petro, se me parece mucho a ese chiste.
Todo se originó al parecer en unos trinos de Petro, desautorizando, el aterrizaje de dos aviones norteamericanos que traían de pasajeros a un número grande de deportados.
Al enterarse el presidente a Donald Trump, de tan estúpida y torpe decisión, anunció dos medidas muy drásticas contra el gobierno colombiano.
La primera, la suspensión de los visados para el público, es muy dura, el retiro de la visa a los funcionarios y aliados de Petro, la veo razonable, pero el incremento en los aranceles del 25% y en un mes del 50% sobre la tasa actual, para todos los bienes que exporta Colombia a los Estados Unidos, es brutal. Ruinoso destruye de un plumazo todo el aparato exportador y casi toda la economía colombiana, eso Petro ni lo sabe, ni lo entiende y nada le importa.
Pero fueron el excanciller Murillo, el embajador de Colombia en Estados Unidos García Peńa y la nueva Canciller Laura Sarabia, quienes le hicieron entender a Petro, las monumentales consecuencias económicas de la orden del propio Trump.
Y naturalmente sin la presencia física de Petro, quien apenas los acompañó por teléfono, tomaron la decisión de recular y dejar aterrizar los aviones militares norteamericanos con los deportados.
En pocos minutos el gobierno Trump, revocó la decisión de aranceles por ahora, pero en vilo las citas para el trámite de las visas y es tan tonto Petro que amenazó en uno de sus trinos a Trump que pondría sanciones arancelarias equivalentes para los productos norteamericanos. Vaya mezcla diabólica de imbecilidad y soberbia.
La cifra de exportaciones para Colombia de los Estados Unidos es insignificante, en su portafolio de negocios. Casi inexistente en cifras absolutas.
Estuve muy atento escuchando la radio hoy, para entender las consecuencias de ese monumental cagadón de Petro y son aterradoras en matrria económica, imagínense no más el negocio de las flores.
La sábana cundí boyacense está entapetada de invernaderos llenos de cultivos de flores que van casi todas para el mercado norteamericano.
En esa sábana y la región de Rionegro, la Ceja y San Antonio de Pereira en Antioquia, se generan más de 100 mil empleos directos en esos invernaderos, inversiones de cientos de millones de dólares.
Toda esa infraestructura, la industria cafetera, la bananera, la azucarera y muchas más, estuvieron por pocas horas, al borde de la ruina por una actuación desaforada de un ignorante que ocupa la Presidencia de Colombia.
“Anoche no dormí de la angustia“ me manifestó esta mañana un amigo empresario del Quindio, productor y exportador de snacks a los Estados Unidos.
¿Hay derecho a que este irresponsable cometa semejante cagadón?
Sobremesa 1
Las bodegas petristas y mamertas andan difundiendo por las redes, la noticia pero al revés, fue según ellos, Petro el que arrodilló a Trump, por la dignidad de los ilustres deportados ( todos delincuentes que estaban encarcelados )
Sobremesa 2
Petro, si vas a tomar, mejor entrega el celular.