El Perdón es íntimo, voluntario y se realiza con una decisión consciente de corregir dentro de uno mismo lo que ha hecho, dicho, las decisiones que lo han llevado a causarse daño a sí mismo y a los demás.
Tiene un proceso que nos han enseñado desde pequeños: Examen de consciencia, contrición de corazón, propósito de enmienda, confesión de boca, satisfacción de obra.
Lo que significa que el perdón está ahí, solo es aceptarlo, hacerlo propio.
Dios nos perdona, nosotros pedimos perdón a Dios, un deseo inmenso de corregir, desde la aceptación de que necesita ser perdonado y nos llega por el canal de la vida, a cada uno, sin condiciones por difícil que haya sido nuestra experiencia, incluso si nos hemos «metido» en los infiernos más difíciles y complicados, tenemos derecho, como hijos de Dios, creados y sostenidos vivos.
PadreMadre, creador de todo lo que existe, incluyéndonos a cada uno como su hijo, nos ama, nos perdona, nos espera. Lo que significa cambiar… desde nosotros mismos.
El perdón de los demás solo hace que nos den libertad para tomarlo o dejarlo… porque es decisión propia.
Uno mismo es más importante que todo lo que hacemos, porque somos seres vivos, venimos de la vida, nos establecemos en este regalo inmenso que es nuestro cuerpo, muy delicado y temporal, que cuando menos pensemos, lo perdemos. Y solo nos llevamos lo que hicimos en esta gran oportunidad de aprender. Pero es decisión de cada uno si lo aprovecha o se «carga» con todo el dolor que siembra en los demás, solo desperdiciando la inteligencia, talentos y la oportunidad de dejar huella favorable para el bien común.
Todos, absolutamente todos, tenemos derecho al perdón de Dios PadreMadre Creador, o como lo quiera llamar. Nos entiende, eso es lo más importante. Impezaperdon para TODOS