La idea de La Navidad con Papá Noel, árbol, villancicos y regalos, no me gusta. Tampoco las películas de Navidad sobre eso. Por eso si me pides mi elección especial para navidad, sería: Love Hard. En español: Qué duro es el amor.
La protagonista es la talentosa Nina Dobrev. Que además es sencillamente hermosa además de hermosamente sencilla. En una escena con un conductor de Uber, que la transporta a la casa de su enamorado, Natalie, como se llama su personaje, le dice al conductor, que su película favorita de Navidad es Duro de Matar. Creo que sentí inmediatamente, amor, a primer comentario. Con mi no gusto por la Navidad, una mujer que crea que Duro de Matar es una película navideña, porque semejante balacera sucede en esa época, es sin duda una mujer admirable.
Me dirán que eso no es admirable y tendrán la razón. Y justo así es está película, “Qué duro es el amor”. El guion como muchos de Hollywood es escrito por personas que viven una realidad muy cómoda y han perdido contacto con los puntos de inflexión, obvios de la realidad y por eso hacen puntos de inflexión, irónicos y aparentemente equivocados, como éste de amar a una mujer, sólo porque aprecie una película de acción; bueno y por tener además la gracia de decirlo, profanando el amor de aquellos que aman las películas de Navidad.
La protagonista de nuestra historia, Natalie, es una escritora de un blog. Escribe sus citas, siempre con finales fallidos, en busca del amor. Y eso la ha hecho famosa entre sus lectores que se divierten con sus tragedias amorosas. Lo que la ha hecho una escritora muy leída pero una mujer muy solitaria. Solitaria, hace “match” en una app de citas, con un hombre de todo su gusto físico. Él es aventurero, escala y ama los deportes de montaña. Ella es citadina total, frívola, en busca de significado.
Enamorada de la idea del amor. Como casi todos. Y eso la hace irresistible. Queremos a Natalie y sobre todo queremos lo que Natalie quiere y lo que ella quiere es enamorar a ese hombre que le gustó tanto y escribirlo y que todos lo sepan. Eso quizás la dejaría sin empleo, porque su empleo es escribir sobre sus citas fallidas, pero le quitaría esa sensación de estar maldita para las citas y el amor.
Ella habla horas, días, semanas con el hombre de la app y termina enamorada platónicamente de él. Le pide una foto con el diario del día para saber que él es real y la foto llega, pero nunca hacen videollamadas. Total, llega Navidad y ella debe escribir un artículo especial para esa fecha y se le ocurre venderle a su jefe la idea de escribir sobre su búsqueda del amor real, justo en Navidad y sobre su viaje a conocer al hombre de sus sueños, sin avisarle a él. Por supuesto su jefe acepta encantado, el pagar ese viaje hacia una cita fallida segura y a un gran artículo que la dejará destrozada, aún más, pero con más lectores para el portal. Que es lo que a él le interesa. Es el más divertido Incidente Incitador para una película de Navidad, porque es la antítesis del amor navideño. El Incidente Incitador está repleto de maldad para ser Navidad.
Natalie viaja y luego del diálogo con el conductor del Uber sobre Duro de Matar, llega a la casa de su amor platónico para descubrir delante de la madre, el padre, el hermano y la novia sexy del hermano, que su enamorado tiene otra cara y otro cuerpo, muy diferentes a los de sus fotos en la app. Sale corriendo y el chico la persigue y le deja en claro que ella es muy ingenua, por creer que él era de verdad, sin haberse visto nunca. Le explica que él hizo photoshop para la foto que ella le pidió y le cuenta que ha robado la imagen de un amigo suyo.
Y ahí se produce un segundo Incidente Incitador, algo muy llamativo desde la teoría del guion, porque allí el incidente original se transforma. Josh, como se llama el mentiroso, le pide a Natalie que se quede la Navidad y sostengan que ella es su novia y que luego terminarán. A cambio, Josh le hará que seduzca fácil al amigo suyo, que le gusta a ella. Josh, por suplantarlo, sabe todo de él. Para mantener el artículo y el secreto de su fracaso y la esperanza del amor, vivos, nuestra protagonista, Natalie, acepta. No podrán negar que hay mucha maldad en esta película navideña. No hemos empezado el segundo acto y todo son mentiras para mantener el mejor espíritu navideño.
Por teoría del guion no es frecuente que una historia tenga dos incidentes incitadores. Y acá sucede. Uno es una decisión de la protagonista de hacer el artículo y el otro, el segundo, es un azar: su enamorado no es real. Y para sostener el incidente incitador original, los escritores Rebecca Ewing y Danny Mackey, nos regalan una alternativa fascinante: Poner a los protagonistas, a fingir ser novios, mientras ella enamora al que le gusta de verdad.
El incidente incitador, por manual, debe ocurrir pronto pero no rápido. Es en donde empieza realmente la historia y debe suceder luego de la presentación de los personajes. Por lo general ocurre entre el minuto 20 y el minuto 30 de la película y suele ser el final del primer acto. El incidente incitador, además debe ser visible, debe capturar la curiosidad del público, a tal punto que todos como público, imaginemos una escena futura obligatoria, donde el personaje experimentará una gran crisis por esta decisión que acaba de tomar. Todos, al final del incidente incitador, nos debemos preguntar ¿Cómo acabará esto? Y eso lo hace a la perfección este juego del doble incidente incitador.
Por teoría del guion, Natalie Bauer es fascinante, pues todas las decisiones que toma, no hacen más que acercarla y alejarla luego de su deseo, que es encontrar el amor real y escribir el artículo para probarlo. La ley de las recompensas decrecientes, señala que mientras más experimentas algo, menos efecto te producirá. Así que la historia debe crear alternancias dinámicas, entre emociones positivas y emociones negativas.
Y así sucede en esta historia. Pero todas sus decisiones la conducen a mentirle a su publico y a no encontrar el amor, sino a tener que fabricarlo, para poder sostener su mentira. Pero incluso para lograr eso, deberá seducir a un hombre que ni la conoce, luego enamorarlo y luego escribir sobre eso. Y nada de eso parece muy probable, mucho menos cuando Natalie entra en casa de la familia de su enamorado falso y dice ser su novia.
El hermano que le hace matoneo a nuestro co- protagonista, Josh, no puede creerlo, ni la novia de éste, ni su padre. Su madre está feliz de que Josh tenga novia y mucho más, esa novia: Tan linda, tan profesional, tan inteligente, tan decidida, que atravesó el país para conocer al buen Josh. Nos quedamos esperando las decisiones acertadas de Natalie, que la llevarán a alcanzar su deseo, mientras su jefe le pide rápido el artículo, con la historia del amor de su vida, esperando que sea otra gran búsqueda fallida. Pero sin hacer algo para provocar que salga mal. No hay antagonista en esta historia. Nadie está en contra de que ella encuentre el amor y lo escriba y describa, que es su deseo. Nadie. Todos estamos a favor de ella, los otros personajes y nosotros como público. Pero ella hace todo para alejarse a sí misma de su deseo.
En teoría del guion, la repetición de una emoción seria, es comedia. Y esto es lo que hace este escrito todo el tiempo. El humor no es de chistes ni de situaciones incómodas. El humor está en las decisiones que toman los personajes.
Como película de Navidad tiene obligatoriamente una escena de villancicos que resuelve el co protagonista, Josh, de una manera genial, cuando cambia un clásico de la Navidad que le parece machista y abusivo a nuestra protagonista y lo hace políticamente correcto, de una manera bastante cómica e inteligente.
Por actos como éste y por su disposición total, para que Natalie encuentre el amor, nuestra protagonista termina enamorada de Josh, el hombre que le hizo el “catfish” Sí, así como lees. Se enamora del que la engaño. Por eso les advertí de los puntos de inflexión aparentemente incorrectos.
Finalmente, Natalie se enamoró de Josh sin verlo y Josh hizo todo lo correcto para enamorarla, sin esfuerzo alguno. Excepto que no era el de las fotos. Josh la engañó, por falta de empoderamiento y excesiva timidez.
Cuando Josh publica en la app de citas su nuevo perfil, ella se da cuenta de que está enamorada de ese hombre que quería sólo el amor para ella. Y como la película toca el tema de las mejores películas de Navidad, ya han hablado los dos, Josh y Natalie de un clásico, en donde el enamorado se declara, sin decir una palabra, con unas grandes tarjetas en las que se confiesa arrepentido. Entonces, así lo hace ella. Se aparece en su casa, de él, como dirían los mexicanos y le confiesa su amor incondicional.
Ha triunfado el amor real sobre el amor de las apariencias y podría ser cierto que si decides estar con esa persona que te cuida, te quiere y quiere lo mejor para ti, debe ser mejor que ir buscando la atención de aquella que no se ha fijado en ti o que se fija en ti como se fija en los demás o se fija en ti de manera intermitente. Triunfa el que mintió originalmente, pero cuando nos lo venden de víctima, lo compramos:
Josh ha crecido a la sombra de un hermano mayor, más fuerte, más inteligente, más carismático, que canta mejor y que tiene a la novia más “hot” de todas las navidades. Su hermano no tiene la culpa de ser exitoso, pero el éxito de su hermano, es un peso sobre Josh. Un peso que no le ha permitido mostrarse. Por el contrario, Josh vive a la sombra de su hermano, trabajando para su padre, que vende artículos para deportes de montaña. Vive preso Josh en un mundo de arquetipo muy macho patriarcal mientras su pasión real es hacer velas con olores masculinos. Una vela de esas, está inspirada en los olores de su abuelo, el padre de su padre: Su cigarro, su colonia y otras cosas chistosas, parte de los giros no esperados. El olor de esa vela hace que el padre de Josh reconozca el valor de los sueños de su hijo menor y lo apoye y esto cambia a Josh y lo hace capaz de publicar en la app, quién es él realmente. Atrayendo, finalmente, a la mujer de sus sueños y de los que vivimos con él su película.
No hay un personaje más afortunado, en el cine, que Josh: Le mintió a Natalie, una mujer empoderada, independiente y brutalmente hermosa. La hizo atravesar el país, la hizo mentir por él y luego recibe de ella, una declaración de amor incondicional. Si ese no es el mejor regalo, sobre todo para alguien que se portó mal y mintió, de parte de Papá Noel, del niño Dios, de los Reyes Magos, de La Navidad misma, no sé cuál otro podría ser. ¡Les dije de los puntos de inflexión equivocados!
Amamos que Josh se quede con Natalie, porque nosotros también, como él, queremos lo mejor para ella. De eso se trata el amor. El de La Navidad, el de los enamorados, el de los familiares y sobre todo el que sientes por los personajes de las películas: El amor es querer al que quieres y queriéndolo, querer que el que quieres, esté bien.