Gustavo Petro, en una muestra más de su desconocimiento histórico y social, se refirió de forma ligera a Miguel Uribe como “hijo de árabes”. Nada más equivocado. Miguel proviene de familias profundamente colombianas, con raíces en la historia política, empresarial y social del país:
Uribe: Hijo de Miguel Uribe Londoño y nieto de Rodrigo Uribe Echavarría, uno de los grandes hombres de Antioquia. Fue presidente de Coltejer, Gobernador del departamento, y creador de la Bienal de Arte. Concurso de Mejores Bachilleres de Colombia. Coltejer donaba millones de cuadernos para las escuelas públicas en todo el país.
Turbay:Hijo de Diana Turbay, mártir del narcotráfico, mujer inteligente, leal y profundamente comprometida con el país. Nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, un mandatario prudente y trabajador, recordado por grandes obras como el Aeropuerto José María Córdova y las Autopistas Medellín–Bogotá y Bucaramanga-Santa Marta.
Londoño: De una reconocida familia de empresarios antioqueños, fundadores de compañías emblemáticas como la Compañía Colombiana de Empaques. Empresarios muy buenos patrones.
Quintero: Nieto de doña Nydia Quintero de Turbay, una primera dama ejemplar, que trascendió su periodo institucional al fundar la Fundación Solidaridad por Colombia, una de las organizaciones sociales más importantes del país.
Echavarría su quinto apellido: Los Fundadores de Coltejer, Telaraña, Medias Cristal, Impsa, Casa Británica entre otras.
Señor Presidente: árabes son quienes nacen en Arabia. No es correcto generalizar el término como si se tratara de un gentilicio heredado. A los inmigrantes libaneses, sirios o palestinos en Colombia se les denominó comúnmente “turcos” por tener pasaporte del antiguo Imperio Otomano, pero eso no los hace árabes por definición.
El bisabuelo de Miguel Uribe, padre del expresidente Turbay Ayala, era libanés, católico maronita, y profundamente integrado a la vida colombiana. Miguel Uribe no tiene doble nacionalidad, sus con raíces y trayectoria profundamente ligadas al país.
Usted, en cambio, ostenta una nacionalidad italiana, de un país desarrollado y europeo —heredera de un imperio histórico, cuna del Renacimiento, patria de Miguel Ángel— mientras habla desde la contradicción del antiimperialismo. Claro, lo único de italiano de Petro son los Ferragamo y los Armani.
Resulta paradójico que quien se declara defensor de la cultura, haya designado como Ministro de Educación al funcionario más vulgar de su gabinete. Estos eran empresarios, generosos, iban más allá de sus obligaciones de ley. Nada parecido al verdulero del Pacto que paga un millón a su cajera por 288 horas de trabajo mensual, sin derecho a extras cuando la jornada laboral aprobada por ellos es de 166 horas.
Miguel Uribe es colombiano, colombiano.