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domingo, febrero 9, 2025
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    (OPINIÓN) La ilegalidad. La ilegitimidad y la corrupción de la tal JEP. Por: François Roger Cavard M

    En 1630 el poeta, narrador, dramaturgo y religioso Mercedario español Fray Gabriel Téllez, quien publicaba sus obras bajo el pseudónimo de ”Tirso de Molina”, plasmó en su obra “El burlador de Sevilla” la que se convertiría en una célebre, ilustrativa y premonitoria frase: ”El que mal empieza mal acaba”. Con esta sabia, universal e imperecedera sentencia, este ilustre y devoto miembro de la congregación católica “Orden de Nuestra Señora de la Merced”, fundada en 1218 en Barcelona, España por San Pedro Nolasco, registró y estableció como norma universal e imperecedera la importancia que tiene hacer las cosas bien desde el principio para que lleguen a buen término. Nada como todas las infamias que en Colombia se han cometido durante las últimas cuatro (4) décadas en supuesto nombre de la tal “paz”, para corroborar su vigencia y contundencia.

    La usurpación que de la prostituida Presidencia de Colombia, la expoliación que de las igualmente envilecidas curules en el Congreso de la República, y el robo que desde cargos en la administración pública han podido hacer aún impunes CRIMINALES DE LESA HUMANIDAD, aún impunes GENOCIDAS, y aún impunes CRIMINALES DE GUERRA como Petro Urrego, como los de las Farc, y como otros derrotados narcoparamilitares de la izquierda colombiana, ilustran de manera dolorosa, trágica y muy costosa, la vigencia y contundencia que tiene la reflexión “el que mal empieza mal acaba”. Claro que lo de la tal JEP si es de un nivel de ilegalidad, de ilegitimidad y de corrupción fuera de serie; Cómo será el grado de vulgaridad, ilicitud y criminalidad de este rechazado engendro parajudicial, que conforme lo reconociera recientemente la cabeza de esa peste, la próximamente liquidada oenegé USAID (United States Agency for International Development) tenía pendiente seguirles financiando su envilecida existencia con un giro de aproximadamente 4 millones de dólares. Afortunadamente no les van a girar, es decir, ¡“esa platita se perdió camaradas”!

    Para señalar la ilegalidad e ilegitimidad de cómo empezó esa tal JEP, así como el nivel de corrupción que la ha caracterizado desde su concepción, no me referiré a las burlas que del ordenamiento legal colombiano se hiciera con el desconocimiento del resultado del tal “plebiscito por la paz estable y duradera” ni a ese tal “fast-track” con el que finalmente se resucitó, no, me voy a referir exclusivamente a la forma como de manera intencional, premeditada y consciente los responsables de los tres (3) poderes públicos de Colombia permitieron, cohonestaron y promovieron se desconocieran, entre otras piedras angulares del Derecho Internacional Humanitario (DIH), seis (6) de los derechos incluidos en la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS (DUDH) proclamada en 1948.

    La creación y forzada implementación de la tal JEP, irregular e ilícitamente financiada por la corrupta y degenerada USAID, viola lo señalado en el Artículo 1 de la DUDH porque de manera flagrantemente discriminatoria y para favorecer con impunidad a los irracionales peores criminales de la historia reciente de la humanidad quienes jamás se han comportado fraternalmente con nadie (ni siquiera entre ellos mismos), nos desconoció al 98% de los ciudadanos de Colombia dotados de razón, el trato igual para con nuestra dignidad y nuestros derechos.

    La creación y forzada implementación de la tal JEP, irregular e ilícitamente financiada por la corrupta y degenerada USAID, viola lo establecido en el Artículo 2 de la DUDH en evidente trato discriminatorio contra el 98% de los ciudadanos de Colombia, pues ha dado trato preferente y favorecido con impunidad a los peores criminales de la historia reciente de la humanidad por simpatía con su criminal modelo político, distinguiéndolos con una condición exclusiva e inexistente de “rebeldes” y de “revolucionarios”.

    La creación y forzada implementación de la tal JEP, irregular e ilícitamente financiada por la corrupta y degenerada USAID, viola lo establecido en el Artículo 7 de la DUDH por cuanto para favorecer a una despreciable y dispensable minoría asesina, desconoce que todos somos iguales ante la Ley y tenemos, sin distinción alguna, derecho a igual protección de la ley y a que no se nos discrimine para favorecer a nadie, mucho menos a esa despreciable y dispensable minoría asesina.

    La creación y forzada implementación de la tal JEP, irregular e ilícitamente financiada por la corrupta y degenerada USAID, viola lo establecido en el Artículo 8 de la DUDH por cuanto además de negarnos a los millones de víctimas de una despreciable y dispensable minoría asesina nuestro derecho a un recurso efectivo para llevarles a juicio ante tribunales nacionales con competencia e imparciales, ha decidido en cambio constituirse en un “tribunal” exclusivo para absolver a esos aún impunes asesinos, y conformarlo con miembros escogidos y afines con quienes supuestamente serán “juzgados”.

    La creación y forzada implementación de la tal JEP, irregular e ilícitamente financiada por la corrupta y degenerada USAID, viola lo establecido en el Artículo 10 de la DUDH por cuanto al 98% de los ciudadanos de Colombia se nos ha negado el derecho a, en condiciones de plena igualdad, ser oídos públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial para la determinación de nuestros derechos y obligaciones, y en cambio se ha armado un “tribunal” de bolsillo conformado por antiguos defensores de los aún impunes asesinos, “tribunal” que de manera oculta y absolutamente parcializados a su favor, supuestamente les “procesa”.

    Por último, la creación y forzada implementación de la tal JEP, irregular e ilícitamente financiada por la corrupta y degenerada USAID, viola lo establecido en el Artículo 30 de la DUDH por cuanto pasando por encima del Derecho Internacional Humanitario (DIH), para favorecer a una despreciable y dispensable minoría asesina, y en contra del 98% de los ciudadanos de Colombia, un corrupto gobierno y sus cómplices se arrogaron el derecho a, como Estado, emprender, desarrollar y realizar, de manera consciente e intencional, actividades y actos que resultaron en la gravísima burla, violación y supresión de la mayoría de los derechos y libertades proclamados en la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS – DUDH. ¿Y todo para qué? Para favorecer con inaceptable impunidad a las Farc.

    Para que el lector entienda la gravedad de todo lo que hasta ahora estamos siendo sometidos como víctimas y como ciudadanos debido al cuento de la “la paz”, y para que dimensione el grado de vulgar y descarada complicidad ha habido para con esos aún impunes criminales desde hace 4 décadas en toda la institucionalidad colombiana, especialmente en el poder judicial, a continuación voy a transcribirles un aparte de un pronunciamiento del Consejo de Estado en el que cita a su vez un fragmento de la Sentencia T – 418 del 03 de julio de 2015 emitida por la Sala Séptima de Revisión de Tutelas de la Corte Constitucional. Presté atención estimado lector a como estos sinvergüenzas, que hacen parte del poder judicial cuyos niveles de impunidad superan el 94%, se nos burlan en la cara 50 días antes de crear esa tal JEP:

    ”La Corte Constitucional ha establecido las siguientes reglas para salvaguardar el derecho a la justicia:
    (i) prevenir las graves violaciones de DD.HH.,
    (ii) luchar contra la impunidad,
    (iii) establecer mecanismos de acceso ágil, oportuno, pronto y eficaz a la justicia,
    (iv) investigar, procesar y sancionar judicialmente a los responsables de graves violaciones de Derechos Humanos,
    (v) respetar el debido proceso, (vi) establecer plazos razonables para los procesos judiciales,
    (vii) iniciar ex officio las investigaciones en casos de graves violaciones contra los DD.HH.,
    (viii) velar porque los mecanismos judiciales internos no conduzcan a la impunidad y al ocultamiento de la verdad, …”

    Por encima de todo esto ha estado pasando la JEP desde su concepción misma, con la complicidad de absolutamente todas las personas que han ocupado cargos en los tres (3) poderes públicos de Colombia. Toda esta vulgar atrocidad es la que hasta la semana pasada estuvo financiando la corrupta y degenerada, ahora en proceso de muy necesaria liquidación, USAID. Claro que al parecer los promotores y miembros de la JEP no han sido los únicos receptores de millonarios recursos públicos de la República Federal Constitucionalista de los Estados Unidos de Norteamérica (que no democracia), en el título valor (moneda) Federal, y manejándolo y transfiriéndolo a través de entidades bancarias y financieras que están bajo la jurisdicción de las autoridades Norteamericanas, por lo que no serán los únicos quienes muy seguramente van a tener que dar explicaciones en caso de no haber declarado su recepción y destinación.

    Según información hecha pública, también están untaditos de la ahora investigada y en liquidación USAID las siguientes “bellesuras” de izquierda en Colombia: La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), la Corporación Nuevo Arcoíris, la Fundación Ideas para la Paz (FIP), la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (CRIC), y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). ¿Qué tal la “dignidatttttt” de los sabios ancestrales a la hora de recibir dolaretes del supuesto opresor del norte?

    Muy seguramente el lector estará creyendo que la aplicación y contundencia de la frase “el que mal comienza mal acaba” es con respecto a lo mal que acabarán Colombia y sus ciudadanos de bien como consecuencia de la criminalidad ahora en el poder… Pues no, cómo le parece Señor lector que no es el caso. Los que mal empezaron y mal van a acabar por haber hecho y estar haciendo infame uso del noble anhelo de paz que los colombianos de bien siempre hemos tenido, serán todos aquellos derrotados CRIMINALES DE LESA HUMANIDAD, GENOCIDAS, CRIMINALES DE GUERRA y sus cómplices, simpatizantes, defensores, y encubridores quienes creyeron que la impunidad les duraría por siempre. Entérense, todos serán juzgados, sabemos exactamente quienes son y de lo que son responsables, serán apresados, juzgados, condenados y castigados, acabarán mal, muy mal, todos, toditos, uno a uno, shu, shu, shu…

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