Tan ignorante es desde el punto de vista histórico equiparar sin distinción alguna el Fascismo italiano con el Nacionalsocialismo alemán de la primera mitad del siglo XX cómo satanizar por si misma la palabra «Fascismo» cuyo origen se remonta a la Roma Imperial de antaño. Lo recomendable es primero detenerse en la comprensión semántica del término.
La expresión «Fascismo» proviene del latín «Fascio» qué significa «Haz» y se usó durante el periodo del imperio Romano para describir el poder, la autoridad y la fuerza que tenía en sus manos el magistrado.
La fascio littorio o «Haz de Lictores» no era otra cosa que un paquete de una veintena de varillas de madera de olmo o abedul, de 1,5 metros de largo, y un hacha, atadas con una cinta de cuero rojo, que los lictores llevaban recostados en su hombro, cuyo significado transmitía básicamente el símbolo de la fuerza que daba la unión, ya que una sola vara se puede partir fácilmente, mientras que el paquete es muy difícil de romper.
En una clásica expresión de la República Romana los «Fascios» eran cargados dentro del territorio del imperio sin el hacha en clara alusión al reconocimiento y respeto por el derecho qué los ciudadanos tenían de apelar la decisión de cualquier magistrado, no les suena esto muy similar a la noción de Estado de Derecho y respeto por la separación de Poderes del paradigma liberal-contractual inspirado en buena medida en las tesis de pensadores modernos cómo Montesquieu, Rosseau, Hobbes o Locke, así que de nuevo mis apreciados mamertos les suplico por favor estudien, así sea un poquito, antes de salir a gritar consignas plagadas de un total velo de ignorancia.
Es verdad, la Roma Imperial persiguió a los judíos, los masacró de forma infame y los obligó a un exilio milenario conocido cómo la «Diáspora» luego de destruir su Segundo Templo en el año 70 y someterlos tras el martirio de Masada en el 135, pero mis apreciados mamertos, eso no tiene nada que ver con el término «Fascismo» cómo tal, mucho menos con la Italia fascista de Mussolini del siglo XX, no se les olvide que el «Duce» fue en sus orígenes un ferviente militante del Partido Comunista Italiano, igual que muchos nazis en Alemania no eran más que ex-militantes comunistas qué rechazaban la idea de una internacional del movimiento porque los movía más un sentimiento nacional qué uno cosmopolita, justamente por eso se llamaba el «Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores» o «Nazi» por sus siglas en alemán.
No en vano los nazis rechazaban sistemáticamente ideas cómo la del Esperanto, una lengua artificial universal para facilitar la comunicación entre diversas culturas, llamándola parte de una «conspiración mundial judeo-bolchevique» pero un momento, el estalinismo soviético también rechazaba este tipo de ideas y consideraba todo lo «judío» cómo una amenaza para su proyecto utópico de un «socialismo universal».
En conclusión, la expresión «Fascismo» en sí misma no significa nada del otro mundo si nos remitimos al contexto histórico y al significado de la expresión, lo demás es simplemente propaganda e ideología.
Por otra parte tampoco se debe omitir el origen del movimiento fascista de la Italia de Mussolinni ni el del partido Nazi de la Alemania de Hitler, está más que probado que ambos fueron frutos malignos del árbol de la «Internacional Socialista» sólo que con vocación de corte Nacionalista-Identitario, ahí estuvo la ruptura con sus camaradas de Moscú, los unos basados en una idea distorsionada de la realidad a partir de la biología (el destino de una raza) y los otros en una idea igual de distorsionada a partir de la sociología (el destino de una clase), eso no tiene nada que ver con los partidos y movimientos políticos del siglo XXI qué la Izquierda MAMERTA Internacional tilda de «FACHOS», por eso digo qué más bien estudien vagos.