No preguntamos sobre que tiempo realmente tiene la existencia de la tierra y como fue su verdadero surgimiento, pues aparte de la teoría bíblica que se orienta mas al origen de la creación y aparición del hombre, están las teorías científicas, que con base a estudios geofísicos, arqueológicos y antropológicos entre otros que explican los orígenes evolutivos del planeta, de tal manera que me di a la tarea de investigar dichas teorías, encontrando datos sorprendentes que explican la evolución del planeta, tanto en su forma, aspectos físicos, sus componentes minerales, vegetación, fauna y desde luego el ser humano.
Las investigaciones científicas debidamente soportadas dan un tiempo de existencia de la tierra de 4.500 millones de años, según la teoría de la explosión de una estrella Nova, cuyos fragmentos se unieron formándose luego una capa atmosférica derivada de una nebulosa solar y de ahí para acá ha evolucionado originando vida mineral, vegetal, animal y humana.
Según investigaciones, los humanos somos las creaturas más jóvenes del planeta, pero coincidiendo con las teorías bíblicas, el hombre desde su creación tendría entre 6.000 a 7.500 años de antigüedad, partiendo desde el inicio de la civilización y se calcula que la tierra podría alcanzar una existencia de más o menos 6.000 millones de años, lo cual indicaría que faltan unos 1.500 millones de años en su evolución o voluntad de Dios, de manera que tendría aun muchísimos años más de vida este planeta. Claro, también está la teoría del Apocalipsis que nos habla la Sagrada Escritura, pero desconocemos su tiempo.
Ahora bien, ¿seríamos los mismos en mil años o en mil millones de años adelante?, es una incógnita, pues hasta ahora en el poco tiempo que tenemos de existencia conocida, han pasado muchas culturas, guerras, cataclismos, avances y un progreso sorprendente.
Nuestro tiempo de vida es infinitamente corto respecto a la antigüedad del planeta y a la existencia de muchas especies de animales que han evolucionado, es solo ver que la era de la Pangea en que américa y áfrica era un mismo continente, surge la era Jurásica, la de los dinosaurios, ésta fue hace 240 millones de años según los arqueólogos, cuando los humanos no habíamos aparecido.
Entonces, la esperanza de vida humana actual, que se ubica entre los 70 a 85 años y en algunos se prolonga algo mas, es análogamente como la vida de la libélula o de la mosca que viven entre 24 horas o una semana, de tal manera que, en esta evolución social, lo único que tenemos es el aquí y el ahora, razón tal para aprovecharlo y vivirlo bien, cualesquiera que sean las circunstancias de cada persona.
Desde luego, que la gran mayoría de las creencias religiosas nos enseñan que el cuerpo es finito pero el espíritu infinito, el uno muere y se acaba, pero el otro emigra hacia otro estado, pero la vida incorpórea continúa, lo que indica que hemos venido a este mundo es a vivir terrenamente, aprender, experimentar, servir, disfrutar y en gran parte depende de cada cual, aunque en algunos casos la fatalidad asoma, en otros la herencia genética, así mismo los comportamientos o excesos del libre albedrío que Dios nos dio, como también el camino que escojamos.
Pero finalmente debemos ser conscientes que, de una manera u otra, la vida terrenal es muy corta, razón tal para vivirla y de la mejor manera, pues nada sabemos del mañana, solo el hoy con sus horas y minutos, de tal modo que somos bendecidos por la vida que Dios nos dio y cada uno tiene su propia historia.
