Lo ocurrido con la consulta interna del Pacto Histórico, refleja la debilidad de nuestras instituciones y la maquinaria aplastante de un gobierno desestructurado desde sus cimientos, alejado de la realidad nacional y capaz de pisotear la Constitución. Analicemos, desde la razón argumentativa, los datos numéricos y la visión geopolítica; la mendacidad o hábito de mentir de este gobiernito y sus candidatos y la tozudez delirante de sus votantes que les impide escuchar, ver y aceptar la verdad.
1. Este intento disfrazado de democracia, inició mal desde el principio. El Pacto Histórico es una coalición criminal sin personería jurídica, que luego de traiciones internas como la de Bolívar y Susana Mohamad, se inclinó por Carolina Corcho, responsable de la tragedia del sistema de salud, Iván Cepeda heredero del legado sangriento de una guerrilla como las FARC y Daniel Quintero imputado por corrupción, quien olímpicamente desistió.
2. Esta irregular consulta, promovida desde la ilegalidad y su habitual arrogancia nos costó $200.000.000 millones de pesos, dinero que pudo haber sido empleado en la construcción de 4.000 viviendas, inclusive para sus propios votantes y se pudo haber realizado a través de una simple encuesta a cero costos.
3. Este bodrio contó con la irregular injerencia de Gustavo Petro y su gabinete, sumado a los testigos electorales; adoctrinadores de fecode y la acción directa de grupos armados ilegales en zonas apartadas del país, proclives al petrismo e Iván Cepeda al que consideran su canciller, al igual que con la constante amenaza gubernamental hacia el Registrador Nacional.
4. Este ejercicio fue organizado hábilmente para escoger candidato presidencial y órdenes de lista en cámara y senado, lo que por simple lógica aumentó el número de participantes.
5. El petrismo en el 2018, en igual consulta, alcanzó 2.853.731 votos, que comparados matemáticamente con los 1.540.391 votos obtenidos por Cepeda, nos arroja un descenso del 46,1% y para 2022 obtuvieron con su mismo candidato 4.429.918 votos, que al repetir el mismo ejercicio con losvotos de Cepeda, determina un abismal descenso en su fuerza electoral del 65.3%.
6. En un nuevo afán de esquilar el erario a través de la reposición de votos, la izquierda, violando la normatividad existente, intentará llevar a Cepeda a participar en lo que llaman frente amplio, con el único propósito de ser derrotado por el verdadero ungido del petrismo Roy Barreras.
Expuesto lo anterior, podríamos concluir como un total fracaso y despilfarro de recursos este ilegal ejercicio, liderado por una persona ensimismada en sus frustraciones, resentimientos, vicios y depravaciones, rodeado aún de tozudos seguidores, dispuestos a defender lo indefendible y capaces de cometer los peores vejámenes.
No es tiempo de indecisiones, la bandera de la democracia y el futuro de la Nación requiere de nuestra sensatez, valor y unión en torno a quien represente lo opuesto a este aquelarre gubernamental.
