Empecemos por el final. Cuando ya Hidroituango desfallecía, en medio de los enredos, iba rumbo a su cierre, y se preparaba para ser el botín de una jauría de abogados, fue el presidente Iván Duque y el entonces presidente de la Junta directiva de Ecopetrol, Luigi Echeverry, ellos ambientaron unas reuniones con el gobierno Español y con los aseguradoras del proyecto, y los convencieron a los líderes de que se trataba de un accidente en obra y no de una mala ingeniería, como predicaba el entonces alcalde de Medellín, Daniel Quintero, con claras intenciones de sacar a los contratistas de la obra y adjudicar a una firma China, como de hecho lo consiguió.
En esas condiciones la aseguradora Mapfre aceptó pagar el siniestro, ($4.3 billones) y garantizar así la continuidad del proyecto y la puesta en marcha del 40% de su capacidad de generación para empezar a generar caja que es el oxígeno y la garantía para proveedores y financieros
Alguien además tuvo que persuadir al entonces Contralor, Felipe Córdoba, que estaba en el lado equivocado de la baranda, al lado de Daniel Quintero.
Un tribunal de Arbitramento Internacional, en forma imparcial y libre de presiones de todo tipo, acaba de emitir un fallo, en derecho, exonerando de toda culpa del accidente en Hidroituango, al Consorcio CCC, integrado por Coninsa, y Conconcreto, firmas nacionales y Camargo Correa, firma Brasilera, encargados de construir la Represa y su área de generación eléctrica. Estas tres firmas tienen reconocida trayectoria y reputación en obras civiles, Camargo Correa, con larga trayectoria internacional en contratación de obras de infraestructura.
Fue definitivamente un “accidente en obra”, y no una mala“ calidad de la Ingeniería“, como los acusó de manera premeditada e irresponsable el alcalde Quintero; quien en sus despiadadas intenciones acompañado del Contralor Córdoba, pretendían que fueran esas tres firmas contratistas las que pagaran esa descomunal suma ($ 4.3 billones).
Es de indicar que al condenar el alcalde Quintero y el Contralor Córdoba, de “mala ingeniería“ como la causa del daño en Hidroituango, la Aseguradora, no podía entrar a pagar el siniestro y la obra se iba a quedar indefinidamente sin recursos, por que los contratistas del consorcio CCC, de ninguna manera iban a aceptar pagar por un error que nunca cometieron. Pleito millonario de una década por lo menos, con la obra totalmente parada.
No tengo memoria, pero una de las dos firmas Colombianas, ingresó voluntariamente y sin tener situación de insolvencia financiera, buscando proteger su patrimonio de una eventual demanda millonaria, por un error que nunca cometió.
Acusándolos de mala ingeniería, Quintero además logró que las tres firmas del consorcio se retiraran de la obra para poder adjudicársela a un contratista Chino, como era su intención.
Este fallo es otra derrota contundente contra Daniel Quintero, que logró espantar al consorcio CCC, de la obra y adjudicársela a una firma China, pero no consiguió enlodar a las tres firmas del Consorcio y tampoco logró parar las obras.. La quiebra de Hidroituango hubiera sido la quiebra de EPM, como entidad ejecutora, sin la menor duda.
El daño reputacional que sufrieron, Conconcreto, Coninsa y Camargo Correa es millonario y alguien lo tendrá que pagar.
Al entonces Alcalde Daniel Quintero, le explicaron hasta la saciedad que se trataba realmente de un accidente en obra y no de una mala ingeniería, pero no quiso entender. Otras eran sus perversas intenciones.
Iván Duque y Luigi Echeverry, salvaron las finanzas del proyecto y la continuidad de la obra. Este Tribunal de Arbitramento salva la responsabilidad y la reputación de a Conconcreto, Coninsa y Camargo Correa, las firmas debieron retirarse de la obra por la actitud amenazante de Quintero, y las demandas que venían en camino.
En buena hora, se salvó Hidroituango, la estabilidad eléctrica del país, y el prestigio de esas empresas, puestos en grave peligro por las veleidades de Daniel Quintero. Se hizo justicia y ganaron los buenos.