Sé que voy a pedir algo muy difícil, pero es la única manera de afrontar las situaciones que se nos están presentando.
Hay personas muy desubicadas que están poniendo en riesgo nuestra patria. El miedo se está generalizando y nos vamos sumando a la agresividad casi sin darnos cuenta.
Propongo algo diferente, vamos a calmarnos, a mirar las personas como hijos de Dios, creados por Dios, sostenidos vivos por Dios, creador de todo lo que existe.
Son las expresiones y las actitudes lo que nos está separando y las agresiones solo nos llevan a más agresiones, así que lo que podemos hacer es cambiar la perspectiva, son hijos, hermanos equivocados, pero que las fallas de todos los llevan a sentir que el mundo les pertenece y les quedamos debiendo y son muchos, unos lideran, otros los siguen, cada uno con su propia problemática y se unen al barco que creen que les va a llenar sus vacíos.
¿ Vacíos de qué? De amor, comprensión, entendimiento y sobretodo Perdón.
Así que les enviamos pensamientos, sentimientos, oraciones de lo que les hace tanta falta, amor y perdón.
El Perdón es sanador, desde uno mismo, sentir que les perdonamos, no es un perdón de ya no debes nada, es un sentir que lo necesitan y que poco a poco les irá llegando, y no sentirán la necesidad de destruir todo a su paso.
Cada uno, desde su propio sentir, perdón, perdón, perdón. Como hermanos descarriados, lo necesitan. Y no nos cuesta nada, sólo que nos sentiremos mucho mejor.
Cada uno desde su creencia, envía pensamientos de perdón a estos hijos perdidos en la inconsciencia y el dolor de sentir que están separados, abandonados, que Dios no existe y que ellos son los llamados a cambiar todo lo que la sociedad ha construido.
Cada Oración de perdón les va llegando a su Alma y poco a poco irán entendiendo que Padre- Madre Creador los ama, acepta y espera igual que a todos los seres creados.
Somos iguales hijos de Dios, Creados y Sostenidos Vivos para aprender en situaciones difíciles creadas por nuestra inconsciencia. Somos capaces de superar los retos que se nos están presentando.
La fuerza de la oración y el perdón es inmensa, es capaz de penetrar las mentes y corazones más cerrados, primero se empiezan a equivocarse, más y más, y algunos se van rindiendo, ya no encubren más y van destapando los hechos y personajes implicados, algunos, arrepentidos, otros, para salvarse de la hecatombe que se les viene encima, otros por amor a su familia, unos Valientes, otros por miedo, pero uno a uno se va desmoronando el montaje de «traición, mentira, ambición, doctrina, etc».
Es la fortaleza de la oración.