Los seres humanos solo consideramos 5 sentidos, que nos dan la capacidad de utilizar el pensamiento y los sentimientos. Con solo eso vivimos, aprendemos y desarrollamos inteligencia, memoria y todas las actividades que son internas y las sacamos al exterior para ser parte de la comunidad.
A partir de ahí, la percepción de nuestra realidad física. Creemos que hay algo más, pero lo manejamos como ajeno, que ayuda en nuestras circunstancias de vida. Bueno y a veces no tanto. Pero no físico. Como si fuera un ejercicio mental y emocional para llenar vacíos internos.
Lo poco que tenemos lo utilizamos como “palanca” de motivación de nuestras decisiones. Hemos tenido como humanidad muchas “muestras” de intervención no física, desde milagros hasta «pruebas difíciles». Apariciones o anomalías no motivadas por algo lógico. Éxtasis de iluminación, hasta posesiones de seres “muertos” o demonios.
Muchas personas sí creen y lo utilizan para sus propias decisiones, sean de bondad o de maldad. Nosotros tenemos libre albedrío, pero así como aquí hay diferentes opciones de esclavitud, también la hay en lo que no vemos. Seres humanos que utilizan santos, otros demonios y muertos.
Pero es mejor ignorar lo que sucede más allá del físico. Son cosas de fantasmas o demoníacas. El caso es que seguimos igual, sin saber, sin investigar, sin entender, sin aceptar que de todas formas nos están afectando muchísimo. La mayoría de las enfermedades mentales, las que no son por daño cerebral comprobado, son en realidad manifestación de «muertos y demonios» en un ser que es canal abierto y no lo sabe ni entiende, ni la comunidad tiene conocimiento ni herramientas para ayudar.
Medicina o exorcismo. Es solo una pequeña muestra de lo que todos tenemos dentro de nuestro propio pensamiento, pero que hemos «logrado controlar». En el planeta Tierra todos estamos conectados, queramos o no. Es nuestra escuela, donde vinimos a aprender.
¿Por qué no tenemos acceso a lo que no es físico? ¿El olvido de lo que somos es determinante? ¿O podemos hacer algo al respecto, sin miedo a perder el control y llegar a la locura? ¿Cómo abrir ese velo que nos separa del alma, del Espíritu, de Dios?
Lo único que necesitamos es entender, sí, con nuestra inteligencia, capacidad de investigar, de aprender y superar cada paso de una nueva realidad. «Ellos están aquí» No solo en ciertos lugares, dentro de nosotros. Son vidas anteriores de nuestra alma. Los antepasados genéticos, los antepasados álmicos.
Vivos sin cuerpo físico, porque ya murieron, pero siguen vivos, esperando nuestra ayuda. Forman esa capa espesa que se hace pesada en nuestro propio pensamiento e influyen en nuestro propio sentimiento. Los que nos van llevando hacia seres y circunstancias que nos dan oportunidades o dificultades en nuestra propia vida.
Al conocer la situación, pedimos al creador de todo lo que existe PERDÓN para toda la humanidad de todos los tiempos. PADRE, no sabemos lo que hacemos. Los conocimientos y las herramientas que tenemos no nos han dado fortaleza para superar nuestros deseos y miedos, nuestra verdad y compromiso de ser mejores y superar las tentaciones que se nos presentan.
Recibimos IMPEZÁ, el PERDÓN de Dios PadreMadre Creador de todo lo que existe. Lo único que necesitamos es entender que tenemos la capacidad de SANAR nuestros errores, ayudando a todas las generaciones genéticas y álmicas, y a nuestro propio SER.
La COMPASIÓN ayuda a superar los miedos. Propios y de todos los seres vivos con cuerpo físico y vivos sin cuerpo físico. Sin juzgar. Solo reconocer que ayudando nos ayudamos. Cada ser que recibe Impezaperdón empieza a sanar su propia vida, así haya vivido hace miles de años, así haya causado o recibido mucho daño.
Y ellos a su vez empiezan a compartir Impezaperdón con todos los seres con los que tuvieron que ver cuando tenían cuerpo físico. Y EL VELO se va sanando. Ese que separa la vida física de la vida espiritual. Dentro de uno se va “despejando” el pensamiento, los sentimientos y se aclara el panorama de la inmensidad de lo que significa SER VIVO. Impezaperdón para la sanación de todos.









