Políticamente, el mundo se está alineando en los conceptos ideológicos de izquierda o derecha. Estos provienen del siglo pasado, donde surge la teoría socialista en contra de un capitalismo de libre mercado. La izquierda tiende a una economía planificada cuya raíz parte de las teorías de Karl Marx, Friedrich Engels, Henri de Saint-Simon, Robert Owen, Charles Fourier, Pierre-Joseph Proudhon e Ferdinand Lassalley entre otros pensadores de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
El concepto económico de la derecha se inspira en principio sobre las teorías liberales de Adam Smith, considerado como el padre del capitalismo moderno apoyado por otros pensadores como David Ricardo y Thomas Malthus, posteriormente surge la idea del neoliberalismo propuesta por Milton Friedman, la misma que tuvo gran aceptación orientando a muchos gobiernos que la adoptaron. También surge la doctrina democristiana conocida como el social cristianismo que propende por una economía social de mercado.
Ahora bien, ante el inminente fracaso de la izquierda comunista rusa y china, surge su brazo un poco más moderado conocido como el socialismo, entonces sale la izquierda democrática, la misma que ha aportado mejores gobiernos con indiscutible progreso social.
Pero sobre finales del siglo pasado y en el presente siglo se ha puesto de moda un socialismo populista que de alguna manera se inspira en el modelo cubano castrista que ya supera los sesenta años de imposición, seguido por Venezuela con la “iluminación” castrochavista, una mezcla del régimen castrista con el chavista que tiene sumido a ese país hace 26 años. Algunos otros países han explorado estas tendencias extremistas con trágicos resultados, como fue Chile en época de Salvador Allende, en la actualidad Nicaragua, como algunas naciones africanas y en otros continentes.
La derecha también ha tenido su brazo extremo que se manifestó con el régimen Nazi de Adolf Hitler, algo devastador para la humanidad, seguido por fascismo de Benito Mussolini en Italia y modelo de dictadores de extrema derecha del siglo XX tales como Francisco Franco en España, Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana, Alfredo Strossner en Paraguay, Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez en Venezuela, algunos otros en Argentina, Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia y algunos países centroamericanos, europeos y asiáticos. En Colombia, durante sus doscientos años de era republicana, solo existieron los gobiernos de facto del General Melo en el siglo XIX y del General Gustavo Rojas Pinilla en el año 1953. Que solo duró cuatro años, no habiendo sido un régimen extremo, pero se ha tenido como una afrenta a la democracia con indiscutible progreso especialmente infraestructural, el dictador hizo entrega del poder a una junta militar y posteriormente mediante el Frente Nacional pasó a la democracia.
Pero en la actualidad con el gobierno de Gustavo Petro, se teme que éste guerrillero hoy presidente, inspirado en su pasado y presente revolucionario, que bajo inspiraciones mesiánicas, elevado en su ego con ínfulas de salvador intergaláctico, el país corre un inminente riesgo de totalitarismo aupado por la delincuencia, los grupos criminales y narcotraficantes, que de no ser afrontado con sensatez y compromiso por la democracia, este país modelo democrático en el continente, podría caer en una red difícil de salvar.
Pero sensatamente, la discusión no se centra si un gobierno es de izquierda o derecha, como también de centro, que finalmente no es nada, un pie allá y otro acá, sino en cualquiera que sea el perfil ideológico, es en el bienestar de la gente, su seguridad, en el compromiso y justicia social, en el avance económico, la propiedad privada, la libre empresa, la libertad de cultos, en la autoridad y respeto ciudadano, como a las autoridades, en cumplir con la Constitución y respetar la democracia.
Ese es el modelo que la gente quiere, no la polarización ni discusiones bizantinas de la cual es mejor o peor, no es izquierda o derecha, es un gobierno para el progreso de la gente.