Tuve la oportunidad de conocer a Miguel en el año 2016, cuando ejercía como Secretario de Gobierno de la administración Peñalosa en Bogotá y yo desarrollaba un proyecto para la ciudad que tenía que ver con algunas dependencias. Miguel siempre fue atento, proactivo y ejecutivo en lo que le correspondía, aunque dicho proyecto pasaba tangencialmente por su dependencia.
Siempre observé en él un joven carismático, serio y positivo, en mi fuero interno pensé que era alguien que podría llegar lejos en la vida pública, más aún por su vocación política que le venía de familia tanto paterna como materna. Nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala y de Rodrigo Uribe Echavarría, dirigente político liberal de Antioquia. Su padre, Miguel Uribe Londoño, un empresario y político, así mismo como su madre Diana Turbay Quintero, mujer de gran iniciativa, quien fuera asesinada; y de su abuela doña Nidia Quintero de Turbay, gran mujer emprendedora social. Es decir, Miguel lleva en su sangre el emprendimiento y la política.
Por razones lógicas de su destino político, se inició muy joven lanzándose al Concejo de Bogotá en 2012, con solo 25 años de edad, por el Partido Liberal debido a su formación e influencia familiar. Logró una admirable votación y realizó una ejemplar labor que fue reconocida por el cabildo, así mismo por los medios de comunicación y la ciudadanía, también fue un fuerte opositor del entonces alcalde Gustavo Petro, hoy Presidente de la República.
Enrique Peñalosa al resultar electo alcalde de Bogotá, lo nombró como Secretario de Gobierno, donde realizó una ejemplar labor disminuyendo las tasas de hurtos y homicidios, igualmente recuperando “ollas” del vicio de la ciudad, poniendo mayor orden y respeto en las calles.
Terminada la gestión de Peñalosa, Miguel se presentó como candidato a la Alcaldía de Bogotá, él me buscó pidiéndome el apoyo del partido Conservador a su aspiración. Lo consulté con las directivas y bases de la colectividad y en efecto se dio el respaldo, así como el de otras colectividades.
Miguel no resultó electo, pero sacó una votación considerable, más adelante recibió la propuesta del expresidente Álvaro Uribe para encabezar la lista al Senado por el Centro Democrático, resultó electo y ha venido desempeñando el cargo con brillantez.
Diferentes líderes de su partido lo animaron a que presentara su nombre en una precandidatura a la Presidencia de la República 2026-2030. El pasado marzo oficializó su precandidatura, hasta que este 7 de junio de 2025, manos asesinas atentaron contra su vida, que lo tiene entre la vida y la muerte.
Colombia entera ha clamado abiertamente por su vida y recuperación, llena de indignación por tan execrable acto; miles y miles de personas en una sola plegaria oran por su pronta recuperación. Ha sido un verdadero milagro que, con un disparo en su cabeza, Miguel continúe con vida, mientras que los médicos trabajan para la recomposición de su cerebro, un cuadro de salud muy delicado y de pronóstico reservado, que ya a la fecha lleva 20 días.
De vencer a la muerte, su recuperación será lenta y larga, lo que indicaría que posiblemente tendría que apartarse de su precandidatura, además podría presentarse algún factor que afecte los signos motrices o de expresión, vista o conocimiento, pero eso solo lo sabe Dios.
Su esposa, una mujer valiente y abnegada, ha mantenido una fe inquebrantable al igual que su familia y el país entero, de manera que los milagros existen y si es la voluntad de Dios, Miguel volverá a alzar su cabeza y será una esperanza para Colombia, mientras tanto el país exige saber los verdaderos móviles y culpables de tan execrable acto. Dios, la justicia y el país condenará a los inspiradores y actores de este atentado.
Seguiremos orando por el destino de Miguel Uribe Turbay.
