La pregunta que yo les hago a los directivos del Centro Democrático Risaralda, es muy breve ¿Por qué no se van?
Primero, ese comité directivo lleva ya demasiados años, y los últimos 4, con unos resultados electorales desastrosos, ruinosos. El partido está arruinado hay una cosa clara, que no tiene discusión. El Uribismo está por todas partes.
Es una semilla de amor, patriotismo y buen gobierno, que Uribe sembró en millones de corazones, pero el Centro Democrático en Risaralda no supo interpretar y capitalizar ese legado. ¿Entienden eso? Pues claro.
Dicho de otra forma, la sinfonía Uribista es hermosa y le gusta a todos, pero la orquesta local, no la supo interpretar, le suena muy mal.
Y de paso, a punta de peleas, divisiones y burradas, espantaron a decenas de miles de Uribistas, que gravitan en el espacio, pero no tienen sentido de pertenencia con un comité, envejecido, inoperante y malo en sus resultados. Llevan atornillados allí, más de una década.
El Centro Democrático hoy no tiene ningún peso en la política regional y después de lograr las dos curules en el Senado y ña Cámara, para Corrales y Vallejo, se las dejaron quitar, por arrogantes, soberbios y por no tener un comité joven, fuerte y político, que les hubiera acompañado en su tarea proselitista.
Un comité inocuo que solo se reunía a almorzar, y a aplaudirse mutuamente, pero olvidaron la política proselitista en calles y campos.
La llegada de Gabriel Vallejo a la dirección del partido, así sea por encargo, es el reconocimiento a un hombre muy valioso para la colectividad y abre una luz de esperanza para la organización y vuelva a ser un competidor fuerte en las próximas elecciones, al menos para recuperar la curul de Cámara de Representantes.
Con la estructura actual, sería una utopía pensar en ese objetivo, pero si estos dinosaurios que vienen hace rato, mal dirigiendo el partido no se hacen a un lado, la ruina será la constante y crónica .
Así se lo manifesté al exsenador Alejandro Corrales, en una larga y amable charla que tuvimos recientemente. Este comité ya cumplió su ciclo y dejó al partido en muy malas condiciones.
Es tiempo de que se vayan amigos del comité, y faciliten una renovación directiva que reclama la comunidad Uribista.
Yo pertenecí a ese comité, fundé el partido Centro Democrático en 2013, por petición expresa del propio presidente Uribe y lo hice, acompañado del doctor Juan Hurtado Cano.
Pero pocos años después, me retiré voluntaria y silenciosamente al ver que mi presencia ya no era necesaria y al ver negros nubarrones en el horizonte, que son la causa de que el partido este hoy en ruinas.
Yo me retiré, hace muchos años ya, sin estridencia, para no causar estragos.
Háganlo Ustedes, faciliten la renovación, que es el único camino para salvar un partido en extinción ¡Tengan vergüenza!
Sobremesa
Recuperar la curul perdida en la Cámara de Representantes, implica para el Centro Democrático Risaralda, sacar 34.100 votos que es el umbral para poder jugar. Estos votos hoy no los tiene, y tampoco tiene como conseguirlos. ¡Ni con quien!
Y pensar en recuperar la curul de Senado, ya depende de meter un candidato de Risaralda en una lista nacional cerrada y entre los primeros 10 puestos de esa lista. Tan improbable como la de Cámara.
Y los culpables de esta lamentable situación, atornillados posando de esforzados dirigentes están en el peor de los mundos
¿Cuál es el motivo entonces para celebrar?
