Medellín vive días de tensión tras el paso del presidente Gustavo Petro por la ciudad el pasado 21 de junio, un hecho que el exgobernador y actual precandidato presidencial Sergio Fajardo calificó como grave y dañino para la estabilidad institucional y la seguridad de la capital antioqueña.
En un duro pronunciamiento, Fajardo aseguró que el jefe de Estado llegó a la ciudad acompañado por personas que pertenecen a grupos criminales, y que su presencia solo contribuyó a agudizar la violencia y las divisiones. “El presidente Petro invitó a los principales jefes de la criminalidad de Medellín para que estuvieran a su lado en la tarima principal. Los mandó a traer de la cárcel donde, gracias al esfuerzo durante años de la Policía y la Fiscalía, están detenidos”, dijo.
En su carta, Fajardo también criticó la manera en que el mandatario manejó su discurso en la capital antioqueña: “Les dio la palabra a sus principales invitados y, de inmediato, los convirtió en actores políticos de la ciudad, quienes no dudaron en atacar al alcalde, amenazándolo y sugiriendo la posibilidad de nuevas manifestaciones violentas en Medellín”.
El exgobernador destacó que este hecho es especialmente delicado para una ciudad que ha vivido épocas difíciles desde los años 80. “Medellín ha pasado del miedo a la esperanza. Tiene heridas profundas que requieren atención permanente. No puede ser que el presidente de la República nos ponga de nuevo frente a problemas que tanto esfuerzo hemos venido superando”.
En su pronunciamiento, Fajardo también lanzó una advertencia sobre la creciente polarización que ha traído el Gobierno nacional: “Hoy el presidente está dedicado a crear más divisiones, las cuales profundiza con un mensaje destructivo cargado de resentimiento, odio y rabia. El miedo y la incertidumbre son su campo de batalla”.
Además, Fajardo alertó que el llamado proceso de Paz Total ha sido hasta ahora un fracaso: “Es un caos total, sin método, sin rigor, sin transparencia y sin pedagogía. Esto ha dejado a Medellín envuelta en un mar de incertidumbres, con un daño tremendo a la ciudadanía”.
En su último punto, Fajardo llamó a proteger a los líderes locales ante la violencia y las amenazas que ha recibido el alcalde Federico Gutiérrez: “No son un juego de niños. Cuidar a Medellín es cuidar a Colombia. No podemos permitir que el odio y la violencia vuelvan a gobernar”.