Por: Santiago Valencia.
Son pocos los que en Antioquia pueden decir que no conocen o no saben quién es Luis Pérez Gutiérrez, sea de sus afectos o no, Luis ha sido un exitoso político tradicional antioqueño, entre triunfos y derrotas ha logrado las dos máximas distinciones del departamento: la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia.
Si hay algo que ha hecho bien Luis, es navegar entre las diferentes aguas del espectro político, primero como liberal, en algún momento declarado Uribista, luego, coordinador de las dos campañas presidenciales de Juan Manuel Santos en el departamento de Antioquia, también, se le vio junto a Vargas Lleras y Cambio Radical, muchos afirman su cercanía con el alcalde Quintero y su administración, últimamente, ha avalado sus candidaturas con firmas, sin embargo, también ha recibido el apoyo de amplios sectores de los partidos tradicionales como el Conservador o la U.
Buena parte de la clase política lo ve con buenos ojos, porque según ellos “deja trabajar” ofrece participación en sus administraciones y tiene una gran capacidad de relacionamiento público.
No obstante, para Luis ha sido difícil trascender en la política nacional, no ha ocupado nunca, desconozco si por decisión propia o por falta de oportunidad, un cargo a nivel nacional. Fue bastante lamentable su última participación en la campaña presidencial, públicamente rechazado por la coalición de Petro, a pesar de que recibieron al oro y la escoria, nunca subió en las encuestas y tuvo episodios tan lamentables como el de la bandera de Colombia y el “escudo” de hoja de marihuana.
Luis es recordado en Blanco y Negro, asimismo en una muy amplia escala de grises. Su alcaldía estuvo marcada por escándalos como el de la costosa vajilla, el paseo a la guajira, la moto Harley entre otras, también tuvo aciertos como la red pública de bibliotecas o la recuperación de la seguridad en la comuna 13, la que llevó a cabo con Álvaro Uribe. No han faltado los chismes de pasillo, como el supuesto cobro de comisiones del 15%, que, para hacer honor a la verdad, nunca han sido probados por la justicia.
Su gobernación, menos escandalosa, invirtió buenos recursos en el mejoramiento de vías terciaras, pero también dejó un sin número de elefantes blancos, como el “Central Park” en el cual la Contraloría ya estima una pérdida de recursos públicos cercano a los 112 mil millones de pesos, su participación como gobernador, en la contingencia que se generó en Hidroituango deja varias dudas, pues se le vio tibio, timorato y poco colaborador. Afirman quienes estuvieron cerca, que en algunos momentos pareció incluso que entorpecía el trabajo para pasar la contingencia, que parecía más preocupado por salir a dar declaraciones, que por ayudar.
Hoy, con cierto cinismo, Luis afirma que llegará el primero de enero a terminar las obras inconclusas de los elefantes blancos que dejó, sorprende la desfachatez de la promesa, hoy ya son cuantiosos los recursos públicos perdidos por la no ejecutoria de esas obras, el detrimento patrimonial es enorme, agravado por el hecho de que las comunidades llevan años esperándolas, pero además, demuestra que la falta de planeación, el desprecio por el erario público y la demagogia harían parte de una eventual nueva administración, si no cumplió en el periodo para el cual fue elegido ¿Qué nos hace pensar que en un nuevo periodo si cumplirá?
Hoy Luis, como es su costumbre, navega en aguas diferentes de la política, hoy representa la izquierda de Petro y la pésima administración de Quintero. Sin escrúpulos, la izquierda que ayer lo rechazó, hoy lo ve con opciones de ganar para ellos la Gobernación de Antioquia, seguramente además llegarán, o ya están allá, las casas liberales y conservadoras que impulsaron a Petro en Antioquia, como lo son Bedoya y Trujillo, igualmente, Esteban Restrepo, del partido independientes, candidato del alcalde de Medellín a la gobernación.
Sus avales son de la ASI, partido de izquierda que hoy apoya a Gustavo Petro, La Fuerza de la Paz, partido del Camaleón y Gran Maestre Petrista Roy Barreras, Colombia renaciente, partido de exfuncionarios Santistas y, finalmente el partido ADA de las negritudes, también de la coalición Gustavo Petro.
Antioquia merece pasar la página de Luis Pérez, la de Petro y la de Quintero, elijamos nuevos, renovados y mejores liderazgos, hoy más que nunca necesitamos buenos administradores que respeten el Estado de Derecho, la institucionalidad y la democracia, que sean capaces, sin demagogia y sin populismo, de dar solución a los problemas que hoy aquejan a los antioqueños.
