La desaparición y posterior asesinato de Sofía Delgado, una niña de tan solo 12 años, ha dejado a la comunidad de Candelaria, Valle del Cauca, sumida en el dolor y la indignación. La menor desapareció el pasado 29 de septiembre y, días después, su cuerpo fue hallado en un cañaduzal en el corregimiento de La Regina. El responsable, Brayan Campo, confesó haber asesinado a la menor tras ser capturado por las autoridades. Sin embargo, las investigaciones aún no han concluido, y nuevas dudas han surgido respecto al papel de Evelyn Rodas, esposa del asesino.
La Fiscalía imputó a Campo los delitos de feminicidio agravado, secuestro simple agravado, y ocultamiento y alteración de pruebas. Durante su captura, también fue detenida Rodas, pero poco después fue dejada en libertad. A pesar de su liberación, la mujer sigue vinculada al proceso, y las autoridades continúan investigando su posible participación en el crimen debido a inconsistencias en sus declaraciones.
El coronel Carlos Germán Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, ofreció detalles adicionales sobre la investigación. Aunque Campo afirmó que su esposa no tenía conocimiento de sus acciones, las versiones ofrecidas por ambos ante las autoridades han generado sospechas. “Hay contradicciones entre lo que declaró la señora Rodas y lo que nos comentó su esposo”, explicó el coronel. Según Oviedo, uno de los puntos de discordancia es la hora en que Campo llegó a su casa tras cometer el asesinato, lo que ha llevado a las autoridades a seguir indagando el papel de Rodas.
Las primeras pistas que llevaron a la captura de Campo surgieron gracias al análisis de más de mil horas de video de cámaras de seguridad en la zona. Estas grabaciones permitieron a las autoridades rastrear los últimos momentos de Sofía antes de su desaparición. Además, se descubrió que, apenas una hora antes del secuestro de la niña, Campo había intentado raptar a otra menor en el mismo local donde trabajaba.
El desenlace de este caso ha causado una profunda conmoción en Candelaria. Este sábado 19 de octubre, la familia de Sofía le dio el último adiós en medio de un masivo acompañamiento ciudadano. Decenas de personas salieron a las calles exigiendo justicia, clamando que Campo reciba la máxima condena por el atroz crimen que cometió.
La familia de la niña, a pesar de la tragedia, ha decidido perdonar al asesino, aunque piden que nunca sea liberado. “Que se haga justicia, pero que no vuelva a salir”, declararon sus allegados, mientras el duelo colectivo de la comunidad se convierte en un llamado a la justicia y a la protección de los niños.
El caso aún no está completamente esclarecido, y las autoridades siguen investigando con el objetivo de desvelar todos los detalles ocultos. Mientras tanto, Brayan Campo permanece bajo custodia tras aceptar su responsabilidad en uno de los crímenes más desgarradores que ha marcado a la región en los últimos tiempos.
