El menor, en aparente estado de abandono, fue hallado solo en un apartamento del tercer piso, sin comida y en condiciones de higiene deficientes.
Vecinos alertaron a la línea 123 y la Policía Metropolitana lo puso bajo protección del ICBF.
Un niño de ocho años fue rescatado este sábado por la Policía Metropolitana de Bogotá en la localidad de Suba, luego de que vecinos lo vieran asomado a la ventana de un tercer piso pidiendo comida. El menor, que aseguró estar solo desde que salió del colegio, se encontraba en un inmueble con condiciones precarias de higiene y sin la presencia de ningún adulto responsable.
El caso se conoció gracias a una llamada a la línea de emergencias 123, en la que residentes del sector alertaron sobre el riesgo que corría el niño al inclinarse por la ventana y solicitar alimento. De inmediato, unidades de Infancia y Adolescencia se desplazaron al lugar y verificaron la situación. “El niño se estaba asomando a la ventana y hacía manifestaciones frente a la necesidad de comida. Por esta razón, se trasladaron de inmediato las unidades”, explicó el teniente coronel Norberto Caro, jefe de la Seccional de Protección y Servicios Especiales.
Al ingresar al apartamento, los uniformados encontraron al menor solo, sin supervisión y en un entorno con condiciones deficientes de higiene y factores de riesgo para su salud. Ante la imposibilidad de ubicar a un familiar o cuidador, la Policía procedió a retirarlo del lugar y lo dejó bajo custodia de la autoridad administrativa competente para el restablecimiento de sus derechos.
El menor manifestó que se encontraba solo desde que salió del colegio y que no había comido. Las autoridades realizaron el rescate, ya que no se logró ubicar a algún adulto responsable del menor o familiar.
Este hecho se suma a otros casos recientes de abandono infantil en Bogotá, como el ocurrido esta misma semana en el barrio La Favorita, donde un bebé fue hallado solo dentro de un vehículo durante más de siete horas. Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier situación que ponga en riesgo la integridad de menores y evitar dejarlos solos, especialmente en temporada decembrina.
La Policía Metropolitana insistió en que la protección de niños, niñas y adolescentes es responsabilidad compartida entre familias y comunidad. “Por ningún motivo deben quedar solos o abandonados”, enfatizó el teniente coronel Caro.
