Naturgas aclaró que los usuarios residenciales no enfrentarán aumentos significativos en sus facturas de gas natural, pese a la alarma generada por el vencimiento reciente de contratos en el mercado mayorista.
Según la presidenta del gremio, Luz Stella Murgas, las variaciones para la mayoría de los hogares se mantendrán dentro de los rangos habituales y no superarán la inflación, por lo que el servicio continuará con ajustes considerados regulares dentro del esquema tarifario.
La dirigente gremial explicó que solo en regiones específicas, como el Eje Cafetero y Antioquia, se presentarán incrementos entre el 20% y el 25%, los cuales se reflejarán en las facturas de febrero debido a los ciclos de cobro. Agregó que la caída reciente del precio del dólar está ayudando a compensar parte del impacto generado por los nuevos contratos y que este comportamiento mitigará la presión sobre los usuarios residenciales en los próximos meses.
En contraste, Naturgas indicó que el Gas Natural Vehicular (GNV) sí registrará aumentos más notorios, especialmente en Boyacá, Santander, Cundinamarca y Yopal, donde los ajustes pueden oscilar entre el 30% y el 38%. Este combustible es utilizado por cerca de 70.000 vehículos, principalmente taxis, lo que concentra el mayor impacto en ese segmento.
El gremio precisó que la situación actual responde al vencimiento de contratos que durante años se firmaron a precios cercanos a los 6 dólares por MBTU y con vigencias de 3 a 5 años. La reducción de la oferta nacional de gas ha llevado a que los nuevos acuerdos alcancen valores de hasta 17 dólares, lo que afecta especialmente a la industria.
En este sector, cerca del 52% del suministro depende de contratos interrumpibles, lo que implica que podrían enfrentar cortes si se presentan fallas en la infraestructura, mantenimientos imprevistos o cambios en las condiciones climáticas. También se proyecta que un 17% del GNV en 2026 estará respaldado por este tipo de contratos, mientras que más del 95% del suministro residencial mantiene garantía de firmeza.
Naturgas explicó que actualmente el país importa alrededor del 20% del gas que consume, y que esa proporción podría superar el 50% para 2029 si no se suman nuevas fuentes nacionales. Para los próximos años, los proyectos locales La Belleza, Arrecife y Florera aportarían aproximadamente 60 GBTU adicionales.
A esto se sumarían unos 110 GBTU provenientes de las ampliaciones en las plantas de importación de Cartagena y el desarrollo de la futura planta de Buenaventura, mientras avanza el megaproyecto Sirius con entrada estimada para 2030.
Frente a la preocupación por los precios, el Gobierno Nacional convocó una cumbre con los actores del sector para revisar la evolución del mercado tras el vencimiento de contratos equivalentes al 11% del consumo nacional.
El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, señaló que la situación requiere seguimiento constante y no descartó una intervención si se considera necesaria para evitar afectaciones a los usuarios. Recordó que ya se han adoptado medidas similares, como las visitas de la Superintendencia de Servicios Públicos y la Superintendencia de Industria y Comercio a empresas distribuidoras tras anuncios de incrementos en Bogotá.
El Gobierno ha determinado que el gas producido en el país debe priorizarse para hogares, comercio y GNV, incluso cuando se trate de contratos interrumpibles que anteriormente abastecían a industrias o plantas térmicas. También se ajustó la regulación para facilitar la compra de gas importado, aunque esa modificación se produjo después de que las empresas renovaran sus contratos para 2025.
Datos del gestor del mercado indican que los precios de referencia al 3 de diciembre son de 10,59 dólares por MBTU para el consumo residencial, 9 dólares para refinerías, 12,5 dólares para GNV y 9,6 dólares para la industria.
Aunque estos valores representan incrementos frente a contratos suscritos en años anteriores, todavía falta determinar el impacto real en las facturas, pues el precio del gas es solo uno de los componentes que conforman la tarifa final.
