El presidente Gustavo Petro solicitó al canciller Luis Gilberto Murillo que continúe al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores durante los primeros meses de 2025.
La decisión responde al contexto de tensión en la política internacional, marcado por la crisis en Venezuela y la prioridad de fortalecer las relaciones bilaterales con Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump.
Uno de los principales retos asignados a Murillo es la gestión de la situación política en Venezuela, donde Nicolás Maduro busca mantenerse en el poder pese a las denuncias de fraude en las elecciones del 28 de julio de 2024, lo que ha generado incertidumbre en la región y ha puesto en alerta a países vecinos como Colombia.
El gobierno colombiano busca garantizar una respuesta coordinada a nivel regional ante los posibles efectos de esta crisis, como un incremento en la migración hacia territorio nacional y un deterioro en la estabilidad política de la región.
Relación con Estados Unidos y Trump
En paralelo, el presidente Petro ha subrayado la importancia de mantener y reforzar las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, ahora liderado por Donald Trump. Este vínculo estratégico es considerado clave para la cooperación en temas económicos, de seguridad y de lucha contra el narcotráfico.
La continuidad de Murillo en la Cancillería busca dar estabilidad y solidez al manejo de esta relación, que enfrenta retos importantes en el marco de los cambios en la política exterior estadounidense.
De esta manera, Murillo, que había sido señalado como un posible precandidato presidencial para las elecciones de 2026, fuentes oficiales han indicado que el canciller postergará esta decisión hasta el segundo trimestre de 2025, tras cumplir con las tareas estratégicas asignadas por el presidente Petro.
El mandatario advirtió que un cambio en la Cancillería en este momento podría generar inestabilidad en un sector crucial para la política internacional de Colombia, razón por la cual solicitó a Murillo permanecer en su puesto.