Los tradicionales muñecos de Año Viejo, figuras creadas con materiales como cartón, papel y ropa vieja, que marcan el cierre del año en varias regiones del país, están siendo reevaluados debido a los peligros que conllevan. En su interior, estos muñecos suelen estar llenos de pólvora, un elemento altamente riesgoso para la salud, los ecosistemas y la fauna.
Luz Jeannette Mejía, líder de la Unidad de Gestión del Riesgo y Cambio Climático del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, expresó su preocupación por la tradición. “Los muñecos de Año Viejo han representado una tradición que simboliza la despedida del año que termina. Sin embargo, al contener pólvora, su uso pone en riesgo la seguridad y los ecosistemas. Es momento de que todos nos sumemos a ser antipólvora y optar por celebraciones más responsables, sin poner en peligro a las personas, animales y la naturaleza”, señaló Mejía.
El uso de pólvora en estos muñecos puede provocar explosiones que resulten en quemaduras graves, así como daños a la fauna silvestre, la calidad del aire y un aumento en la contaminación por ruido ambiental. La amenaza no solo afecta a las personas, sino también al entorno natural que rodea las celebraciones.
Ante estos riesgos, las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para evitar la comercialización, distribución y uso de los muñecos de Año Viejo con pólvora, instando a una celebración más responsable y segura.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá hizo una invitación a denunciar estas prácticas y optar por formas de festejar que no pongan en peligro la vida ni el medio ambiente.