Un grupo de congresistas envió una carta al presidente Gustavo Petro para manifestar su inconformidad con la designación de Armando Benedetti en el gabinete ministerial.
El documento, firmado por Catherine Juvinao (Partido Verde), Jennifer Pedraza (Dignidad y Compromiso), Julia Miranda (Nuevo Liberalismo), Carolina Giraldo (Alianza Verde), Lina María Garrido (Cambio Radical), Katherine Miranda (Partido Verde) y Marelen Castillo (independiente), expone preocupaciones sobre el nombramiento y plantea solicitudes al Gobierno Nacional.
En la carta, las legisladoras expresan que consideran «inaceptable» la designación de Benedetti debido a señalamientos en su contra por presuntas violencias basadas en género. Destacan que su nuevo rol como enlace entre el Ejecutivo y las mujeres del Congreso genera preocupación entre las firmantes.
El documento califica la decisión presidencial como «deplorable», «irrespetuosa» e «incoherente» respecto a los compromisos asumidos en campaña, en los que, según afirman, se hizo énfasis en la defensa de los derechos de las mujeres y la lucha contra la corrupción.
«Presidente: usted ha traicionado la lucha de las mujeres, la lucha anticorrupción y ha renunciado a las causas que enarboló durante 30 años», indica el escrito. Las congresistas mencionan las investigaciones que involucran a Benedetti por presunta corrupción, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito, y consideran que estos antecedentes deberían ser tenidos en cuenta al momento de ocupar un cargo de alto nivel en el gabinete.
La carta señala que la designación podría afectar la interlocución entre el Gobierno y las mujeres legisladoras. Por tal motivo, las firmantes solicitaron la asignación de un nuevo vocero para temas relacionados con la agenda legislativa en materia de género. «Por esta razón, y en lo que a nosotras respecta, le solicitamos formalmente delegar a un vocero distinto para lo correspondiente a la agenda legislativa», expresa el documento.
El pronunciamiento de las congresistas se suma a la postura manifestada por la defensora del Pueblo, Iris Marín, quien también expresó su desacuerdo con la designación. Marín calificó la decisión como «no conveniente ni respetuosa» y reiteró la necesidad de considerar el enfoque de género en las decisiones de alto nivel dentro del Gobierno.
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