Una mujer de 35 años, identificada como Ada Ardila, falleció tras someterse a una liposucción en un quirófano clandestino ubicado en un apartamento del barrio Boston de Medellín.
Los hechos ocurrieron cuando la víctima, aparentemente en busca de un procedimiento estético, sufrió complicaciones que llevaron a su muerte. Los responsables de la operación huyeron del lugar tras el incidente.
Según informes oficiales, una patrulla de vigilancia llegó al apartamento y encontró el cuerpo de Ardila sin signos vitales, con una apertura en la parte baja del abdomen.
Un acompañante de la víctima relató que al notar el estado crítico de Ardila, llamó inmediatamente a las autoridades. Sin embargo, los responsables de la cirugía se dieron a la fuga sin ofrecer ninguna explicación sobre lo sucedido.
Este caso resalta los peligros asociados con las cirugías estéticas realizadas en condiciones no reguladas y revela la necesidad de una mayor vigilancia sobre prácticas médicas ilegales en la ciudad.
Las autoridades han iniciado investigaciones para dar con los responsables y prevenir futuros incidentes similares.