Tras la ola de atentados que dejó un saldo de ocho personas muertas y 62 heridas, 29 de ellas en estado grave, incluidos varios menores de edad, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, reconoció que el Estado no logró impedir las acciones violentas perpetradas en el suroccidente del país. Los ataques, 26 en total, se registraron casi de manera simultánea en distintos puntos de los departamentos de Cauca y Valle del Cauca.
Durante el Consejo de Seguridad realizado en Cali, el jefe de la cartera de Defensa afirmó que, aunque hubo labores de inteligencia previas, no fue posible evitar todos los atentados. “El 72% de los intentos terroristas se neutralizaron. Esto demuestra que había inteligencia. Pero no fuimos capaces de anticiparnos al 100% de los ataques, los cuales se camuflan entre la población, utilizando motos y vehículos”, explicó el Ministro.
Como parte de las decisiones adoptadas, se anunció el fortalecimiento de las Fuerzas Militares en tres frentes clave: inteligencia, movilidad operativa y presencia territorial. También se confirmó la creación de un bloque de búsqueda especializado, que tendrá como misión el desmantelamiento de estructuras delictivas que operan en la región.
Este nuevo bloque estará conformado por miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, y contará con equipos de alta tecnología para enfrentar a las redes criminales. Su despliegue estará enfocado en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca.
En Cali, llegaron 100 nuevos policías como refuerzo inmediato a la seguridad. El alcalde de la ciudad, Alejandro Eder, aseguró que la capital del Valle del Cauca se encuentra actualmente militarizada, con puestos de control desplegados en puntos estratégicos. No obstante, solicitó una mayor presencia del Estado y recursos adicionales para fortalecer a los organismos de seguridad.
En ese mismo contexto, fue presentada la Estrategia Coraza, una operación dirigida contra la columna Jaime Martínez, perteneciente a las disidencias de las FARC. En esta zona también tienen presencia otros grupos armados ilegales como las estructuras Carlos Patiño, Dagoberto Ramos y Franco Benavides.
“El Estado está recobrando el control del territorio”, afirmó el Ministro. “Estos grupos están intentando demostrar un poder que están perdiendo, porque las comunidades campesinas ya no quieren sembrar coca”.
Pese a las medidas anunciadas, las comunidades más afectadas continúan padeciendo las consecuencias directas de la violencia, con viviendas, negocios y vidas destruidas por vehículos y motocicletas cargadas con explosivos.
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