La negociación para definir el incremento del salario mínimo en 2025 comenzó con tensiones, señalamientos y un marcado escepticismo por parte de los sindicatos.
En el centro de la controversia, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, calificó de “inusual e inoportuno” que desde el Ministerio de Hacienda se haya adelantado un cálculo sobre el posible aumento.
“Este año creemos que eso es inconveniente para la mesa de concertación. Es inusual e inoportuno”, afirmó Arias, aludiendo a las declaraciones recientes del ministro Ricardo Bonilla.
El titular de Hacienda había descartado un incremento superior al 10%, argumentando que la disminución de la inflación justifica un ajuste más moderado, cercano al 6.3%, en línea con los estimativos del Banco de la República.
Cronograma oficial de reuniones
Pese a las tensiones iniciales, ya se definió el calendario de encuentros que marcarán las discusiones:
3 de diciembre: Subcomisión de productividad y mercado laboral.
4 de diciembre: Instalación de la Comisión Permanente y análisis de productividad.
9 de diciembre: Presentación de cifras de inflación, informes del DANE y Minhacienda.
11 de diciembre: Propuestas formales de empleadores y trabajadores.
11 al 13 de diciembre: Rondas de negociación para el acuerdo final.
En caso de no alcanzar un consenso el 13 de diciembre, el gobierno podrá reunirse por separado con las partes interesadas, e incluso extender las rondas de negociación. Sin embargo, con acuerdo o sin él, el presidente Gustavo Petro deberá expedir el decreto del aumento antes del 31 de diciembre.
Pesimismo sindical y críticas
Fabio Arias no escatimó en críticas hacia el sector empresarial, al que acusó de mantener una postura “irracional” frente a las reformas impulsadas por el gobierno y de entorpecer el proceso de concertación salarial.
“Soy de los pesimistas, ya eso es una opinión muy especial mía. Yo creo que los empresarios están en la oposición irracional de los privilegiados, así la he llamado. Se oponen a la reforma laboral, a la reforma de la salud, a la reforma pensional y, ahora, a un incremento del salario mínimo. El año pasado no quisieron llegar al 12 % que decretó el presidente Petro, y este año, con una posición aún más radicalizada, será mucho más difícil lograr un acuerdo”, sentenció Arias.
Por el momento, los representantes de los empresarios han mantenido un silencio absoluto frente a los medios, dejando entrever el complejo panorama que se avecina para la concertación.
Con un escenario marcado por el pesimismo sindical y la aparente inflexibilidad empresarial, las negociaciones del salario mínimo prometen ser un reflejo de las tensiones sociales y económicas que enfrenta el país.