El Gobierno colombiano, a través del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anunció que el aumento del salario mínimo para 2025 se ajustará a una cifra cercana al 6.2%, alineándose con el pronóstico del Banco de la República.
Este anuncio dejó a las centrales obreras y sindicatos con un sentimiento de desilusión, ya que las expectativas de un incremento por encima del 10% parecen haberse desvanecido en medio de una complicada situación fiscal y una inflación que está controlándose gradualmente.
Para Bonilla, el incremento debe seguir una línea de prudencia financiera. Con una inflación proyectada para el cierre de año en un 5.2%, según el Banco de la República, el ajuste salarial se mantendría apenas por encima de esta cifra, en un 6.2%.
Bonilla explicó que “siguiendo la tradición colombiana, es que el ajuste del IPC más uno,” lo que permite prever que el aumento para 2025 no superará los dos dígitos, una realidad que choca con las aspiraciones de los sindicatos que ven en un aumento mayor la oportunidad de subsanar lo que consideran una deuda social histórica con los trabajadores colombianos.
Presión fiscal y emergencia en Chocó
El Gobierno argumentó que las dificultades fiscales que enfrenta el país exigen moderación en el aumento del salario mínimo.
Enfrentando un recorte presupuestal de 33 billones de pesos, las autoridades han tenido que evaluar con mayor cuidado cada asignación. Además, la reciente emergencia en Chocó, causada por las fuertes lluvias y que requiere atención inmediata, ha llevado al Gobierno a buscar entre 700.000 millones y 1.2 billones de pesos para destinar a la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres.
Este fondo es el único que podría ejecutarse sin necesidad de complejos procesos de licitación, lo que permite una respuesta más rápida.
A pesar de estos planes, Bonilla anunció que se implementará una verificación doble en los gastos, incluyendo la designación de un ministro de Hacienda Ad hoc para el traslado de recursos, dado que el propio Bonilla se declaró impedido en medio de las investigaciones que enfrenta por el escándalo de los carrotanques, en el cual se ha visto involucrado y por el cual ha tenido que rendir declaraciones ante las autoridades.
Expectativas para la mesa de negociación de diciembre
El Gobierno liderará las mesas de negociación de salario mínimo en diciembre, y aunque Bonilla no participará directamente en las rondas, su postura es un indicador crucial del camino que seguirá la negociación.
Si bien su concepto ha dejado claro que el incremento no alcanzará el 10%, aún queda la expectativa de que, en la mesa, se pueda ajustar ligeramente el porcentaje final, tomando en cuenta las demandas de los sindicatos y el contexto económico del país.
Para los trabajadores y líderes sindicales, la cifra anticipada no solo es decepcionante, sino insuficiente para cubrir las necesidades básicas de los colombianos, en especial en un año en que se esperaba un mayor reconocimiento a su esfuerzo.
Por ahora, los sindicatos y centrales obreras se preparan para plantear sus argumentos en las mesas de negociación, en busca de un consenso que, aunque limitado, refleje al menos parcialmente sus aspiraciones.