El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, defendió nuevamente las operaciones de bombardeo ejecutadas por las Fuerzas Militares en zonas donde operan disidencias armadas, incluso en contextos donde se ha reportado la presencia de menores de edad.
En declaraciones recientes, sostuvo que la doctrina institucional se rige por el Derecho Internacional Humanitario y que la distinción operacional no depende de la edad, sino de la condición de combatiente. Durante la entrevista, señaló que “lo que mata no es la edad, es el arma en sí”, al explicar los criterios aplicados en escenarios de hostilidad.
Sánchez reiteró que las operaciones realizadas en Guaviare se enmarcan dentro de los parámetros del DIH y que la orden se basó en la identificación de un blanco considerado lícito.
Afirmó que la operación fue “totalmente legítima” y que las decisiones tácticas responden a evaluaciones sobre la naturaleza del objetivo y la amenaza que representa. Enfatizó que la doctrina militar contempla el uso de medios y métodos ajustados a las normas humanitarias y que esa es la referencia para cada intervención.
En paralelo, el Ministro confirmó un ataque reciente en Arauca contra alias Antonio Medina, señalado por las autoridades como un integrante de las disidencias responsables de actividades de narcotráfico y hechos de violencia en la región.
El jefe de la cartera explicó que se trató del decimotercer bombardeo en esta administración y que las tropas continúan en el área verificando los resultados. Indicó que el ataque respondió a información de inteligencia y que no se registraron afectaciones a bienes o personas protegidas por el DIH. Aseguró además que la operación contó con apoyo de organismos nacionales e internacionales dedicados al combate contra el narcotráfico.
En relación con el caso de Guaviare, donde se reportaron 20 muertes tras la intervención aérea y el combate posterior, el ministro Sánchez señaló que el reclutamiento de menores por parte de grupos armados constituye un crimen de guerra y que la responsabilidad recae en quienes realizan esa práctica.
Explicó que los bombardeos se emplean como última opción y que representan un porcentaje mínimo dentro del total de acciones militares. Indicó que la decisión en ese caso se tomó ante una “amenaza inminente”, debido a la cercanía de una unidad militar frente a un grupo numeroso de presuntos integrantes de estructuras ilegales.
Sánchez afirmó que este año han sido recuperados o desvinculados 1.039 menores de grupos armados y que en la operación de Guaviare se rescataron tres más. Sostuvo que, en medio del combate en la selva, la identificación de los blancos se realiza con base en la observación del armamento en poder de los individuos, dado que ese es el criterio funcional para diferenciar combatientes de quienes no lo son.
Finalmente, señaló que la priorización de objetivos sigue principios de necesidad y proporcionalidad, y que cada operación se ajusta al contexto táctico del momento.





