Decenas de miles de palestinos desplazados por la guerra comenzaron este lunes a regresar al norte de Gaza, tras el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás que permitió la liberación de seis rehenes en el marco de una tregua vigente desde el pasado 19 de enero.
Según el gobierno liderado por Hamás, más de 300.000 personas regresaron marcando un significativo movimiento de retorno en medio del frágil alto al fuego. Imágenes muestran a familias enteras caminando por la carretera costera, cargadas con sus pertenencias, mientras largas filas de vehículos se formaron en Nuseirat, a la espera de la apertura para el tránsito de automóviles.
En el marco de este acuerdo, Hamás se comprometió a liberar tres rehenes el próximo jueves, entre ellos Agam Berger, de 20 años, y Arbel Yehud, de 29 años, así como otros tres el sábado. Según la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el grupo armado entregó una lista con información sobre la situación de los rehenes, indicando que ocho de ellos estarían muertos. Esta información coincide con la reportada por los servicios de inteligencia israelí.
Regreso marcado por la devastación
El retorno de los desplazados al norte de Gaza ha generado emociones encontradas entre los residentes. Algunos expresan felicidad por regresar a sus hogares, mientras otros lamentan las pérdidas sufridas durante el conflicto.
Según el gobierno gazatí, el 90% de los edificios en la región norte de Gaza están destruidos, lo que generará una necesidad inmediata de 135.000 carpas y caravanas para alojar a las familias. Además, las infraestructuras públicas, como el suministro de agua potable y el tratamiento de aguas residuales, están completamente inoperativas, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El acuerdo y la tregua se dan en medio de controversias internacionales sobre el futuro de Gaza. Hamás, junto con la Autoridad Palestina y varios países árabes, rechazaron las declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien sugirió trasladar a los habitantes de Gaza a Egipto y Jordania.
Ambas naciones, junto con la Liga Árabe, calificaron la propuesta como un intento de «limpieza étnica». «No nos iremos de Palestina ni de Gaza, pase lo que pase», declaró Rashad al Naji, un desplazado de Ciudad de Gaza.
La tregua, que se desarrollará en tres fases, busca inicialmente liberar a un total de 33 rehenes a cambio de la excarcelación de 1.900 prisioneros palestinos. En las siguientes etapas se prevé la negociación para la liberación de los últimos rehenes, así como la reconstrucción de Gaza y la devolución de los cuerpos de cautivos fallecidos.
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