Una grave coincidencia temporal marca el debate político colombiano: el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay ocurrió apenas tres horas después de que el dirigente del Centro Democrático publicara en sus redes sociales un video en el que advertía con firmeza que denunciaría por el delito de prevaricato a cualquier ministro que firmara el decreto presidencial con el que Gustavo Petro buscaría convocar una consulta popular por decreto, sin pasar por el Congreso.
Uribe denunció públicamente que el Gobierno Nacional pretendía eludir el camino constitucional para convocar una consulta popular sin la aprobación del Legislativo, lo que calificó como un “golpe institucional” y un intento claro de pasar por encima del orden jurídico. “Firmar ese decreto sería un acto abiertamente ilegal. Todo ministro que lo firme tendrá que responder penalmente”, aseguró en el video que fue ampliamente compartido en plataformas como X e Instagram.
La advertencia del congresista se dio en medio de un contexto político agitado, en el que el presidente Petro ha sugerido la posibilidad de una consulta directa al pueblo como mecanismo para avanzar con las reformas sociales que el Congreso no ha aprobado. Para Uribe, esta movida representa una ruptura de la separación de poderes y un precedente peligroso para la democracia colombiana.
Tres horas más tarde, mientras saludaba a simpatizantes durante un evento de campaña en el parque del barrio Modelia, en la localidad de Fontibón, sicarios atentaron contra su vida. Según testigos, un hombre se le acercó por detrás y le disparó, al parecer, en la cabeza. El senador fue auxiliado por una ambulancia que pasaba por el lugar y trasladado de urgencia al Medical Center de Engativá, donde permanece bajo atención médica.
El hecho ha generado fuertes sospechas sobre posibles motivaciones políticas detrás del atentado, aunque las autoridades aún no han confirmado ninguna hipótesis oficial. El país entero sigue con atención la evolución del estado de salud de Uribe y exige que se esclarezca el hecho con prontitud.
La coincidencia entre la denuncia pública de Uribe contra el Gobierno y el posterior intento de asesinato alimenta la tensión política en Colombia y eleva la preocupación por la seguridad de los candidatos presidenciales de cara a las elecciones de 2026.
