Durante las semanas anteriores, varios de los metrocables de la ciudad estuvieron fuera de servicio por cuenta del mantenimiento anual al que se someten para evitar inconvenientes y un buen funcionamiento de estos sistemas que le prestan servicio a los usuarios en barrios de difícil acceso.
Las líneas de metrocable de Medellín son fundamentales para que los ciudadanos de comunas se puedan movilizar hacia y desde sus lugares de trabajo en poco tiempo, muy diferente a si lo hicieran a través de rutas de buses. Cerca de 150 mil personas diarias utilizan este sistema de transporte.
La intervención más reciente finalizó en línea J (San Javier – La Aurora), línea L (Santo Domingo – Arví) y línea H (Oriente – Villa Sierra). Entre las actividades ejecutadas estuvieron el acortamiento del cable portador tractor, pruebas de frenado, cambios de elementos en equipos principales como volante y reductor de velocidad, así como la revisión de los sistemas de seguridad por parte de externos internacionales que verifican el cumplimiento de estándares técnicos.
En el primer semestre se había hecho el mantenimiento mayor en las líneas K, M y P, esta última línea por primera vez fue sometida a una intervención mayor, pues cumplió su primer año de operación comercial.
Estos son los grandes trabajos de mantenimiento que refuerzan la labor diaria que se realiza y que garantiza el normal funcionamiento del sistema, para de esta manera evitar contratiempos a los usuarios y que puedan cumplir con sus itinerarios.
Aunque estos cierres programados por una semana perjudican a los usuarios, son necesarios para garantizar que se puedan cambiar piezas mayores. Es por esto que la empresa de transporte agradece a los usuarios la paciencia al tener que recurrir a otras rutas creadas para reforzar la movilidad de los ciudadanos en las comunas de influencia de los metrocables que se intervinieron.
