Una crisis humanitaria vive el municipio de Briceño, norte de Antioquia, luego de que cerca de 1.985 personas de 22 veredas se desplazaran hacia el casco urbano debido a enfrentamientos entre las disidencias del Frente 36 de las Farc y el Clan del Golfo.
La emergencia, que comenzó el fin de semana, desbordó la capacidad de atención de las autoridades locales y mantiene a cientos de familias a la espera de ayuda humanitaria.
El alcalde del municipio, Noé de Jesús Espinosa Vásquez, informó que ya se han censado 951 familias desplazadas y que la administración ha tenido que apoyarse en la solidaridad de la comunidad y municipios cercanos para atender la situación. “Teníamos capacidad para 200 personas y hoy hablamos de casi dos mil. Es una emergencia que sobrepasó todos los mecanismos locales”, declaró el mandatario.
Las calles del casco urbano permanecen colapsadas debido a que decenas de familias llegaron en vehículos o a pie, buscando refugio ante las amenazas de los grupos armados. Según las autoridades, alias “Chejo”, cabecilla del Frente 36, habría ordenado la salida de los habitantes, permitiendo que en cada finca permaneciera solo una persona, bajo la advertencia de multas económicas para quienes no acataran.
El coronel Óscar Rico Guzmán, comandante de la Policía Antioquia, señaló que los hostigamientos responden a la disputa territorial entre los grupos ilegales. “Alias ‘Chejo’ y alias ‘Primo Gay’ buscan el control de la zona frente al Clan del Golfo. Han impuesto el desplazamiento de las comunidades rurales”, precisó.
La Gobernación de Antioquia y la Unidad para las Víctimas coordinaron el traslado de funcionarios hacia Briceño para apoyar las labores de atención, transporte, alimentación y acompañamiento psicosocial. Sin embargo, la administración municipal advirtió que los albergues ya alcanzaron su límite y será necesario disponer de viviendas temporales o espacios adicionales.
El secretario de Seguridad de Antioquia, Luis Martínez, confirmó que se evalúa habilitar nuevas zonas de alojamiento y reforzar la presencia militar en el territorio. “La situación supera la capacidad municipal. Se requiere una intervención articulada para garantizar el resguardo y el retorno seguro de las familias”, indicó.
Mientras tanto, la población desplazada permanece en el parque principal y otras edificaciones habilitadas de emergencia. Desde la Alcaldía se espera un nuevo censo que podría elevar la cifra de afectados a más de 2.000 personas, por lo que hace un llamado a la solidaridad y piden con urgencia colchonetas, sábanas, toallas, alimentos no perecederos, productos de higiene personal y alimentos para mascotas.
El alcalde Espinosa reiteró el llamado al Gobierno Nacional y a la Fuerza Pública para recuperar el control territorial y garantizar las condiciones de seguridad necesarias que permitan el regreso de las comunidades a sus hogares.