¿En qué país del mundo un gobierno incita al pueblo a levantarse contra sí mismo para presionar a una institución del estado, en pro de sus intereses y no a favor de la mayoría del pueblo que gobierna? La respuesta es clara: en Macondo, la Colombia que en los sueños del mandatario de los colombianos quiere emular bajo la gobernanza de Aureliano Buendía, con las frases de Gabriel García Márquez escritor que alimenta sus sueños, invitando a paros y marchas incitando al mismo pueblo que gobierna para lograr sus objetivos, como las que está promoviendo para coaccionar y doblegar al Congreso de la República.
¿En qué país un gobernante y sus protegidos desconocen las decisiones del órgano legislativo que se supone independiente por formar parte de los tres poderes que conforman el establecimiento democrático del estado? En la república del narco estado que se ha conformado con la participación de presuntos delincuentes y narcoterroristas, que con el blandeo de sables en la plaza pública quieren amedrentar a la mayoría de los colombianos.
Y no basta con tales amenazas, quiere imponerse sobre las fuerzas militares, que desde el inicio de su mandato las ha amedrentado y desmantelado para cumplir sus objetivos de dominar con sus huestes al pueblo colombiano, exigiéndole a las fuerzas de la policía y el ejército que no actúen en la defensa del pueblo, ante la amenaza de actos vandálicos que se darían con las marchas programadas, con la amenaza de una explosión social, como suelen hacerlo los encapuchados que se suman a las marchas.
El presidente de la República es un mero instrumento para dirigir las fuerzas militares del país, porque la Constitución es muy clara en asignarle al ejército y a la policía el preservar las instituciones del país y sobre todo, el cuidado de la vida, honra y bienes de los ciudadanos; también son los alcaldes quienes, en su jurisdicción, tienen la obligación de preservar la vida y el orden de sus gobernados.
El gobierno con su decisión de no reconocer las decisiones del legislativo está promoviendo el caos institucional en el país y debe recordar que la constitución también le confiere al Congreso la posibilidad de hacer respetar sus decisiones porque es el que puede exigir al mandatario de turno el cumplimiento de la constitución y las leyes.
Estamos ante una situación en la cual “los pájaros le están apuntando a las escopetas” porque el gobierno quiere someter a las instituciones castrenses, al congreso y a la justicia, pero son ellos los que tienen la obligación de imponer el orden y hacer cumplir la constitución y las leyes.