El discurso del presidente Gustavo Petro durante la conmemoración del Día del Trabajo, este 1 de mayo, desató un nuevo episodio de controversia política y simbólica. El mandatario apareció junto a la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), Angie Lizeth Rodríguez, sosteniendo una bandera rojinegra, elemento que inmediatamente generó interpretaciones polarizadas.
La bandera, ondeada en varias ocasiones durante el evento, fue descrita por Petro como un símbolo bolivariano: “La bandera rojinegra en la campaña de Bolívar significa decisión: libertad o muerte, y también, el primer diálogo de paz, se dio con el general español Murillo que accedió a humanizar la guerra”, explicó ante los asistentes.
La imagen del jefe de Estado sosteniendo la bandera, con sus colores asociados históricamente a luchas armadas y revoluciones, provocó una ola de reacciones en redes sociales. Para algunos, el gesto evocó discursos autoritarios y lo vincularon a una amenaza velada hacia el Congreso de la República. “¿Guerra o muerte es lo que quieren en Colombia?”, cuestionaron ciudadanos y analistas, en referencia a la carga simbólica del acto.
Pese a la controversia, Petro sostuvo que el propósito de su mensaje era otro: señalar que el pueblo está determinado a avanzar en transformaciones sociales. “El pueblo está decidido, e invita al Senado de la República a humanizar la vida de la gente trabajadora de Colombia”, expresó.
