Ocho integrantes de una misión médica de la E.S.E. San Sebastián, que habían sido secuestrados este miércoles 8 de octubre en zona rural del municipio de La Plata, Huila, recuperaron su libertad este jueves tras permanecer más de 24 horas en poder de un grupo armado ilegal.
Los profesionales de la salud, que desarrollaban labores de atención primaria y jornadas de vacunación en las veredas Agua Bonita y Buenos Aires, fueron interceptados por hombres armados mientras se desplazaban por una vía terciaria de difícil acceso.
Entre las personas retenidas se encontraban la médica Natalia Melisa Sánchez, la enfermera jefe Estefanía Silva, los auxiliares de enfermería Ayde Quinaya, Nicol Galbin, Jhon Rengifo y María Alejandra Muñoz, además de los conductores Freiner Castro Campos y Helmer Manolo Díaz.
La liberación fue confirmada por las autoridades en la tarde del jueves, luego de un operativo humanitario que contó con la mediación de la Defensoría del Pueblo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y líderes comunitarios de la zona. Los ocho trabajadores fueron entregados en buenas condiciones físicas y bajo acompañamiento médico.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, informó que los responsables del secuestro serían integrantes de la columna móvil Hernando González Acosta, perteneciente a las disidencias de las FARC que operan bajo el mando de alias “Iván Mordisco”. Según el funcionario, esta estructura mantiene presencia en el sur del Huila y en los límites con el departamento del Cauca.
“El ataque a una misión médica es una violación al Derecho Internacional Humanitario. No se puede justificar la agresión contra quienes cumplen labores humanitarias en beneficio de la población civil”, afirmó Sánchez, quien indicó que las Fuerzas Militares continúan en la zona para garantizar la seguridad del personal de salud.
El secretario de Gobierno del Huila, Juan Carlos Casallas, explicó que desde el momento en que se perdió comunicación con la misión se activó un plan de búsqueda y control en los corredores viales que comunican con el Cauca, con el fin de evitar que los retenidos fueran trasladados fuera del departamento. Inicialmente, se pensó que se trataba de un hurto de vehículos, pero con el paso de las horas se confirmó que se trataba de un secuestro.
La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Colombia condenó el hecho y recordó que la retención de personal médico constituye una infracción grave a las normas humanitarias internacionales. Tras conocerse la liberación, el organismo reiteró su llamado a los grupos armados a respetar la labor médica y garantizar el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario.
“Recibimos información sobre la liberación de los ocho integrantes de la misión médica. Reiteramos a los grupos armados su obligación de respetar a la misión médica y el DIH, de forma irrestricta, en todo tiempo y lugar”, señaló el comunicado del organismo.
El hecho generó amplio rechazo entre autoridades locales y gremios de salud, que insistieron en la necesidad de reforzar las garantías de seguridad para el personal médico que trabaja en zonas rurales del país.