La presencia de José Félix Lafaurie en la mesa de negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se pone en pausa. El presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y miembro del equipo negociador del Gobierno anunció que no participará en la próxima ronda de conversaciones en Caracas, Venezuela, programada para la primera semana de noviembre.
A través de un comunicado, Lafaurie expresó su descontento con el desarrollo del proceso de paz, señalando que el ELN ha mostrado pocos avances y mantiene una postura que no respalda el cese al fuego ni la voluntad de paz que predica.
“Ese GAO no solo está cometiendo actos terroristas contra la Fuerza Pública, sino que está fustigando a la población civil y reclutando niños”, afirmó Lafaurie, subrayando la falta de señales claras de desescalamiento por parte de la guerrilla.
Según Lafaurie, desde hace meses manifestó al presidente Gustavo Petro la necesidad de evaluar el curso de las negociaciones.
En una conversación con el mandatario en agosto, Lafaurie advirtió que el ELN parecía estar jugando a “fracturar” el cese al fuego y operar bajo una “lógica del terror” que amenaza con desestabilizar cualquier avance hacia la paz.
Para Lafaurie, el país debe mantener su generosidad frente a las promesas de paz, pero también reforzar una postura firme en la mesa de negociaciones, sin concesiones que debiliten la seguridad nacional.
Por ello, manifestó su intención de debatir su continuidad en el equipo negociador en el próximo Congreso Nacional de Ganaderos, que tendrá lugar en Barranquilla a finales de noviembre.
“Le voy a dar suficientes elementos al Congreso Nacional de Ganaderos para que tome la decisión de liberarme, o no, de la participación en los diálogos con el ELN”, explicó, dando señales de un posible retiro definitivo del proceso.
Desde su nombramiento como negociador en 2022, Lafaurie ha insistido en la necesidad de exigir compromisos sólidos del ELN y de advertir los peligros de negociar desde una posición de vulnerabilidad.
Sin embargo, con los continuos actos violentos por parte del grupo armado y su negativa a respetar los acuerdos, Lafaurie parece convencido de que el Gobierno necesita una estrategia diferente, una que impida que el ELN “vuelva a las tácticas de terror” y profundice la incertidumbre en la sociedad.
La próxima ronda de negociaciones se llevará a cabo en medio de un ambiente de escepticismo, donde la presencia o ausencia de Lafaurie marcará un punto crítico en el proceso de paz.