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jueves, septiembre 19, 2024
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    La verdad oculta de los autos eléctricos (Parte 3)

    Por Carlos Andrés Echavarría Blandón

    ¿Qué hacer con las más de 700.000 baterías de los vehículos pequeños, cada una de media tonelada, cada 3 o 4 años?

    A la fecha no se puede recuperar la mayor parte de los componentes químicos que tienen las baterías de Cloruro de Litio, así que se tendrían desechos tóxicos equivalentes a casi 100.000 toneladas cada año solo por esos 700.000 vehículos, pero recordar que la idea es cambiar todo el parque automotor, 1,7 millones en total, así que faltarían las baterías de las motos, los buses y los camiones. ¿Hay algo más dañino para el medio ambiente que esa cantidad de residuos tóxicos?

    Pasando al campo de los insumos se tiene lo siguiente: La cantidad de Carbonato de litio que contiene cada batería del vehículo del ejemplo es de aproximadamente 50 kilogramos y de cobre es de 40 kilogramos. Los vehículos de combustión interna solo usan una pequeña batería de 12V que no usan carbonato de litio y requieren de 3 kilos de cobre en sus instalaciones eléctricas. En el año 2021 la producción de carbonato de litio a nivel global fue de 33.000 toneladas, o sea, sin hacer baterías para celulares, computadores y demás usos del elemento, se podrían construir máximo 660.000 vehículos eléctricos al año en todo el mundo y para todo el mundo. Hoy hay aproximadamente 1200 millones de vehículos en el orbe, comiencen a ver el problema por falta de insumos.

    Ahora el problema con el cobre; se estima que el mundo en los próximos 20 años utilizará la misma cantidad de cobre que se he consumido en toda la historia hasta hoy, con un inconveniente, el mayor exportador de cobre, Chile, sus minas están cada vez con menos reservas y es más difícil extraer el mineral, lo que se evidencia en la relación de consumo de energía con el cobre extraído. Los tanques de lavado del mineral requieren de agua dulce, pero las minas en los Andes están en una zona desértica a más de 3000 metros de altura, por lo que necesitan plantas desalinizadoras del mar y bombear esa agua hasta el alto, con consumos ridículos de energía y la afectación propia del mar cercano a las plantas. Se necesita cobre para construir autos eléctricos que son “amigables” con el medio ambiente, pero uno de sus principales componentes necesita mucha más energía y afectar los mares para poderlo extraer. Otra de las paradojas de los ambientalistas.

    Colombia tiene una reserva grande de cobre que podría suplir la necesidad del mineral, el proyecto se llama Quebradona y queda aquí en el departamento de Antioquia, en el municipio de Jericó, pero, nuestro maravilloso presidente con su gabinete ambientalista, al igual que el alcalde Medellín, están en contra de la extracción minera, destruyendo la economía del municipio, del departamento y del país.

    Con esos dos minerales cada vez más escasos y altamente apetecidos para hacer la “revolución en la movilidad” hacia los vehículos eléctricos, los precios de estos tienden a subir desmedidamente, es por ello que los grandes magnates a nivel global como lo son Bill Gates y Jeff Bezos, están construyendo minas de cobre y cobalto en Zambia con su empresa KoBold Metals, otros están haciendo lo mismo alrededor de todo el mundo. Es un simple negocio, un producto escaso y demandando los precios suben y subirán bastante, pero Petro no lo permite en Colombia, nos condena al subdesarrollo.

    Para terminar con el tema, viene la discriminación poblacional por la falta de recursos económicos. Hoy el vehículo eléctrico más económico ronda los US$ 30.000 y fácilmente los modelos de lujo llegan a los US$100.000. A diferencia de lo que ocurre con la masificación de un producto, en donde los precios tienden a bajar, aquí ocurrirá lo contrario por la falta de los materiales necesarios para la construcción de estos vehículos. Los precios tenderán a subir por la puja de los fabricantes por el Cobre y el Litio, eso deja por fuera a la mayor parte de la población de Medellín. Claramente se soluciona el problema de movilidad para los vehículos particulares y es gracias a que ningún pobre podrá tener un vehículo eléctrico, eso sí, entre todos los ciudadanos contribuiremos mediante el pago de servicios públicos, para la creación de la infraestructura de ciudad que permita que esos pocos privilegiados puedan transitar por las vías de la ciudad.

    La gran fabricante de autos, Toyota, ante los problemas que le está ocasionando la producción de autos eléctricos, decidió el pasado mes de octubre dejar de producirlos y enfocarse en los vehículos del tipo hibrido, en donde se combina el combustible fósil y otro medio que le aumente aún más la autonomía. El presidente de la organización dijo al respecto: “El tiempo nos dará la razón” y a junta directiva decidió dejar de invertir en el proyecto de la única unidad que ofrecían 100% eléctrica, el Toyota bZ4X y la razón principal que argumentan es la carencia en la Cadena de Suministros que imposibilita que se supla la demanda.

    El populismo combinado con un discurso distorsionado del ambientalismo es de temer y se debe revisar con lupa los problemas que están ocasionando con cada acción que plantean para Salvar el Planeta. De esa manera evitar que ocurra lo que aquí hoy se les presenta en este artículo. La Agenda 2030 es clara y tiene como principal objetivo que los magnates y ricos puedan disfrutar para ellos de un mundo mejor y convertir en esclavos a su servicio al resto de la población.

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