¿Será que la condición de Venezuela que la llevó a convertirse en una Capitanía, con su atribución militar, para amansar a los indígenas rebeldes , defender las fronteras de los piratas y corsarios, repeler las agresiones externas, la hizo premonitoriamente destinada a padecer las tiranias y dictaduras que ha sufrido? ¿Será que esa condición la llevaba a que, en la construcción de su nacionalidad, toda solución a sus problemas internos y externos le daba tratamiento de milicia?
¿Será que las riquezas naturales con las que la naturaleza la dotó, la convirtió en tierra fértil para que dictadores y tiranos dispusieran a su antojo de sus recursos, sin consideraciones de naturaleza humanista en la administración de los mismos?
¿El imperio de la época demandaba de altos niveles de seguridad que hacía necesario el cuidado estricto de las fronteras marinas, que garantizara el tránsito tranquilo de barcos entre Cartagena y la península; la Capitanía comportando la milicia, la atribución y la instrucción militar fué llevando a que en el bravo pueblo fuera entrando en sus genes esa condición de soportar sistemas de gobierno basados en un solo poder?
¿Será entonces cierto, cuando nos enseñaban historia, que señalaban que en la colonia y bien avanzada la independencia se catalogaba a Caracas como un cuartel a Bogotá como una universidad y a Quito como un convento?
No sabría uno que pensar pero la historia empieza a registrar que la mayor tragedia en la vida de los vecinos es este período dictatorial del finales del siglo XX y éste primer cuarto del XXI. Porque si bien todos los demás dictadores ejercieron la tiranía, permitieron más o menos desarrollo, prosperidad y riquezas para sus gentes; era un país de migrantes, receptor de colombianos y demás ciudadanos de América Latina.
Ésta dictadura sobreviviente, en el marco de su sistema socialista se ha convertido en la mayor depredadora de sus recursos, la más corrupta, narco criminal, cínica, despreciable y empobrecedora de su población.
Regida por una banda criminal soportada en el discurso, teoría y práctica socialista de los años 60 teniendo como faro de orientación a Fidel Castro y la bella isla de Cuba, desolada por su pobreza y miseria; al punto que ha generado la mayor diáspora humana en muchas décadas de la historia de la humanidad; una tercera parte de su población, 9 millones de personas, deambulan por América y el mundo buscando un espacio bajo el sol para guarecerse.
El personaje del siglo pasada, Winston Churchill, señalaba que el socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y el evangelio de la envidia”. «La virtud inherente del socialismo es la distribución igualitaria de las miserias”. Clarividente y clarísimo con lo que acontece en Cuba, Corea del Norte, y Venezuela y hacia donde conducían a la Argentina por el despeñadero de los incrementos permanentes de pobreza.
Decía Bolivar sin pensar que 160 años después de su muerte, fuera ser utilizado su nombre por el combo castro-chavista que tiene secuestrada a su Patria que, «el sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política». Tres condiciones inexistentes en el país de Simón Bolivar convertido en pleno siglo XXI en un paria internacional.
Después del robo descarado del poder y el gobierno al pueblo venezolano, el criminal tuvo su primer acto público clausurando «el festival mundial antifascista» . Caso para el estudio de la psiquiatría política mundial, del desquicio mental del dictador ( fascismo: autoritarismo, totalitarismo, dictadura ); o la narrativa cubana y los consejos de Fidel Castro de que todo acontecimiento convertirlo en narrativa a favor de la causa del monarca .
Por estos lares aparecen ya las orejas de las narrativas que tergiverzan o será otra premonición atribuida al Nobel inglés al señalar, después de derrotarlos en Alemania, que «Los fascistas del futuro se llamarán así mismo antifascistas».
Hemos comparado los colombianos, desde el 2002 a Álvaro Uribe con Simón Bolivar en tanto ambos han sido libertadores en épocas, circunstancias y procesos diferentes.
El Gran colombiano en Cúcuta, en evento memorable y después de hacer recorrido por la historia y las tragedias dictatoriales del Bravo Pueblo, de señalar cifras sobre pobreza, producción de petróleo, decrecimiento de la riqueza, expulsión de millones de ciudadanos venezolanos y derrotas políticas y electorales de la tiranía madurista aferrada como sanguijuela al poder y al gobierno propone con juicio, pertinencia y responsabilidad histórica una intervención militar internacional para sacar esa casta de Miraflores teniendo cuidado que el Ejército venezolano, al poder votar, lo ha hecho mayoritariamente por la democracia y la libertad.
Teniendo en cuenta que no han querido atender las órdenes políticas de la inmensa mayoría de los venezolanos; el único recurso que queda es la orden militar al señalar el Ícono de esa Patria atribulada y secuestrada Simón Bolivar «Si no dais muerte al tirano, este caminará sobre vuestras ruinas hasta haceros desaparecer; así que, dad muerte al tirano».
