A partir de 2026, Colombia completará la reducción gradual de la jornada laboral semanal, establecida por la Ley 2101 de 2021, que llevará el límite máximo de horas a 42 horas semanales. Esta medida, que se ha venido implementando de forma escalonada, busca mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores.
En paralelo, la reforma laboral que actualmente se discute en el Congreso contempla una nueva posibilidad: que los trabajadores, previo acuerdo con sus empleadores, puedan distribuir esas 42 horas en cuatro días a la semana, lo que les permitiría contar con un día adicional de descanso.
Es importante resaltar que esta modalidad no sería de aplicación obligatoria, ni viable para todos los sectores económicos. Su implementación dependería de la naturaleza de cada empresa, especialmente aquellas con actividades continuas o turnos rotativos, donde este tipo de jornada podría no ser factible.
La propuesta ya ha sido aplicada en algunos países y empresas, especialmente en sectores como el trabajo de oficina, donde los procesos permiten mayor flexibilidad. La clave estaría en evaluar caso por caso si la estructura operativa permite adoptar el modelo.
De acuerdo con expertos, esta medida no implicaría mayores costos para los empleadores, pero sí podría traducirse en una mejora significativa en la calidad de vida de los trabajadores. Además, se proyecta que podría estimular la economía en sectores como el turismo y el entretenimiento, al aumentar el tiempo disponible para actividades de ocio.
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