El presidente Gustavo Petro y su gabinete demostraron una vez más que no hay límites para sus ambiciones políticas. En una movida que combinó presión, lobby y artillería burocrática, lograron inclinar la balanza en el Senado y convertir a Miguel Polo en el nuevo magistrado de la Corte Constitucional.
El panorama cambió radicalmente en apenas 72 horas. Claudia Dangond pasó de ser la favorita indiscutible a perder 10 votos en la primera votación del lunes 18, quedando empatada con Polo con 50 respaldos.
Para el martes 19, la derrota fue total: Dangond obtuvo 47 votos, mientras que Polo alcanzó 57, asegurando su lugar en el alto tribunal.
El desliz no fue casualidad. Tal como denunció el senador de la Alianza Verde, Jota Pe Hernández, los ministros del presidente Petro no durmieron durante la noche del lunes. «Trasnocharon bastante», afirmó, refiriéndose a la intensa operación de lobby que involucró a varios altos funcionarios del Gobierno.
El ajedrez político tras bambalinas
Desde el Ministerio de las TIC, Mauricio Lizcano lideró una campaña telefónica para convencer a senadores de respaldar a Polo. Según fuentes del Partido de la U, varios congresistas con vínculos burocráticos con esa cartera fueron llamados para «alinearse» con el candidato del Gobierno.
Pero Lizcano no fue el único, se conoció que el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, organizó reuniones de último minuto con congresistas de los partidos Liberal y La U en el centro de Bogotá. Aunque nadie confirma ofrecimientos de cargos, los rumores sobre presiones y prebendas son un secreto a voces en los pasillos del Senado.
Incluso se menciona que el presidente Petro, desde Brasil, habría realizado llamadas directas a algunos senadores para asegurar los votos necesarios. Aunque estas versiones no han sido corroboradas, el ambiente en el Congreso deja claro que la elección de Polo fue todo menos convencional.
¿Fraude o estrategia?
El ruido de un posible fraude en la primera votación del lunes llevó al presidente del Senado, Efraín Cepeda, a aplazar la elección, algo que varios juristas consideran irregular. Según algunos expertos en la Ley Quinta, el procedimiento correcto habría sido anunciar la elección días después.
Para la oposición, lo ocurrido es una muestra más de cómo el petrismo busca consolidar su control sobre la Corte Constitucional, una estrategia que podría culminar en la radicación de un decreto para convocar una constituyente en 2025.
Reacciones encontradas
Mientras Gustavo Petro celebraba el triunfo de Polo con un mensaje en redes sociales: «Felicito a Miguel Polo Rosero. Un gran triunfo», en el Senado ya se habla de una demanda ante el Consejo de Estado para impugnar la elección.
El senador Humberto de la Calle, uno de los líderes más respetados del Congreso, denunció públicamente las llamadas de ministros a congresistas para influir en sus votos. «Esto nos conduce a una confrontación», afirmó, sin revelar nombres específicos.
El peligro de una Corte capturada
La llegada de Miguel Polo a la Corte Constitucional marca un hito preocupante en el panorama político del país. Con cinco magistrados afines al petrismo en 2025, la independencia judicial estaría en jaque.
Los movimientos de Petro, celebrados como triunfos por sus seguidores, son percibidos por otros como la manera de perpetuar el petrismo en el poder. La oposición advierte que el país podría estar ante una amenaza velada a la democracia, mientras el Gobierno sigue avanzando, imparable, en su proyecto de consolidación del poder.