Yamandú Orsi se convirtió en el nuevo presidente de Uruguay para el período 2025-2030, en una ceremonia que tuvo lugar en el Palacio Legislativo y que contó con la presencia de líderes internacionales. Con su investidura, el Frente Amplio regresa al poder tras cinco años de gobierno de centroderecha bajo la administración de Luis Lacalle Pou.
Orsi, heredero político de José «Pepe» Mujica, asumió el cargo con un discurso que enfatizó la importancia de la convivencia democrática, la justicia social y el desarrollo sostenible. «Este es un país de partidos políticos, de alternancia en el poder, de acuerdos», afirmó el nuevo mandatario, destacando la estabilidad institucional que caracteriza a Uruguay.
En su discurso de posesión, Orsi reafirmó su compromiso con la democracia y los derechos humanos, recordando que hace cuatro décadas Uruguay recuperó su institucionalidad tras una dictadura de 12 años. «Hay secuelas de ese periodo que continúan hasta hoy. Por eso es imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia», declaró.
El nuevo presidente también hizo hincapié en la necesidad de abordar las problemáticas sociales con un enfoque humanista. «El sentido humano será el espíritu con el que se aborden las soluciones a los distintos problemas del país, pero también el modo de ejercer el servicio público», afirmó. En esa línea, adelantó que su gobierno pondrá especial énfasis en la lucha contra la pobreza infantil, que afecta al 20% de los menores uruguayos, así como en el combate al delito con medidas que también atiendan sus causas estructurales.
El nuevo gobierno enfrentará un Parlamento en el que el Frente Amplio tiene mayoría en el Senado, pero no en la Cámara de Diputados, lo que exigirá negociaciones con otras fuerzas políticas para avanzar en su agenda legislativa.
Entre los asistentes estuvieron los presidentes Gustavo Petro, Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) Gabriel Boric (Chile), Santiago Peña (Paraguay) y el rey Felipe VI de España, entre otros.
