La Navidad de 2025 se convierte en un punto simbólico dentro del calendario político colombiano, pues es la última que el presidente Gustavo Petro pasa en ejercicio del cargo. El cierre del año coincide con el inicio de la recta final de su mandato y con un ambiente marcado por altos niveles de inconformidad ciudadana, reflejados en encuestas y debates públicos sobre el rumbo del país.
En una época electoral, las ansiedades de muchos se miden en los pocos meses y días que le faltan al presidente Gustavo Petro para finalizar su mandato, entre la preocupación y la alegría, de saber que pronto, como afirman, “César la horrible noche”.
Preocupaciones por decisiones recientes
Aunque el conteo regresivo hacia el final del gobierno comenzó hace varios meses, las festividades de fin de año funcionan como un corte natural que proyecta la atención hacia lo que resta de la administración. A partir de este momento, el país entra en un periodo decisivo, tanto por las decisiones que se adopten desde el Ejecutivo como por la dinámica política que empieza a configurarse de cara a las elecciones presidenciales.
En distintos sectores sociales, políticos y económicos han surgido inquietudes frente a algunas de las decisiones adoptadas en los últimos días. Una de las que más debate ha generado es la declaratoria de emergencia económica, así como la reciente adquisición de nueva deuda pública a tasas de interés significativamente superiores a las habituales. Según cifras conocidas, los montos comprometidos superan los 32 billones de pesos, con costos financieros que duplican los niveles históricos del 6 al 7% y por el que se pagarán intereses superiores al 13%.
Estas medidas han sido interpretadas de manera crítica por analistas y dirigentes de oposición, quienes cuestionan la sostenibilidad fiscal y el impacto que estas decisiones podrían tener sobre el próximo gobierno. También se ha abierto un debate sobre el destino de los recursos públicos durante los más de tres años y medio de gestión, una pregunta que sigue siendo recurrente en la opinión pública.
Expectativa por el cierre del mandato
A medida que se reduce el tiempo de gobierno, crecen las expectativas sobre lo que ocurrirá en los meses finales. Algunos sectores expresan preocupación por un eventual aumento en la contratación estatal, la entrega de obras inconclusas o la priorización de programas y beneficios dirigidos a bases políticas específicas. Desde el Ejecutivo, por su parte, se ha insistido en que las decisiones responden a la necesidad de garantizar la estabilidad del país y cumplir con los compromisos del Plan Nacional de Desarrollo.
El escenario que se configura es de alta tensión política. Mientras el Gobierno busca cerrar su mandato con resultados visibles, la oposición y sectores independientes mantienen una vigilancia constante sobre el manejo de los recursos y el uso de las herramientas institucionales.
Un tramo final bajo escrutinio
Con la última Navidad del presidente Petro en el poder, el país entra en una fase de mayor escrutinio sobre cada decisión. Lo que ocurra en este tramo final será determinante no solo para el balance de su administración, sino también para el clima político y económico que heredará el próximo gobierno.
Y por supuesto, este final de año, el último de Gustavo Petro en el poder, está marcado por elementos que pueden resultar populistas durante esta época electoral, para buscar privilegiar al candidato del oficialismo y la continuidad, alrededor de temas como la salud, el salario mínimo, subsidios, entre otros; y la duda, sobre cómo irá a manejar en lo que le queda, el tema de la Seguridad que tiene en jaque al país y preocupa a los candidatos con miras a la contienda electoral.



